Sin mirar al pasado ni dejarse atrapar por la etiqueta del Clásico de Castilla, la Gimnástica Segoviana prolongó su presente y se llevó un derbi con firma propia frente al Real Ávila (1-0) en un partido en forma de reencuentro con alternativas, en el que fue mejor a los puntos y en el que volvió a encontrar el tesoro en los minutos finales con el tanto de Álex Castro. Tres puntos más, La Albuera sigue siendo un fortín y el equipo de Iñaki Bea no pierde de vista el tren de cabeza.
Desde la pizarra, la enfermería volvió a obligar a Iñaki Bea a dibujar un once con novedades y sorpresas en una tarde grande en La Albuera. La más llamativa, sin duda, el debut del joven Alejandro Postigo, que se estrenó con el primer equipo como guardián gimnástico debido a la baja de Carmona, que finalmente no entró en la convocatoria.
Las otras dos caras nuevas respecto al último once en Miramar fueron Josín, que debutaba como titular con la camiseta azulgrana, entrando por Morata, y Fer Llorente, que ocupó el lugar de Manu en la medular. Así, la Segoviana saltó al césped con Posti bajo palos; Iker y Rubén en los laterales; Josín y Silva en el eje; doble pivote para René y Fer Llorente; bandas para Juanma y Borrego; y la dupla ofensiva formada por Álex Castro y Marc Tenas.
Sobre una Albuera engalanada y con presencia abulense en la grada, el partido arrancó con el guion esperado de cualquier derbi: respeto, tensión y más intención de no fallar que de arriesgar. Fueron unos primeros compases de tanteo, sin excesivo fútbol, donde ambos equipos se mostraron prácticos y bien plantados. Con el paso de los minutos, Ávila y Segoviana comenzaron a enseñar sus cartas, siendo el conjunto encarnado quien, con algo más de aplomo, pareció entrar mejor al partido, con más presencia en campo contrario. Los de Bea, algo más reservones de inicio, buscaron en las acciones individuales de Álex Castro y Tenas sus primeras opciones de morder.
La primera ocasión reseñable llegó del lado visitante, tras una acción que acabó anulada por fuera de juego, pero que sirvió para que Posti se estrenase con una buena intervención a disparo de Fernando Díaz. Fue un aviso serio que tuvo réplica casi inmediata en el área contraria. La Segoviana contestó con una jugada que rozó el tesoro del gol: una gran incorporación de Iker desde el lateral derecho acabó en un centro medido al punto de penalti donde Juanma, llegando desde segunda línea, remató con todo a favor, pero su disparo se marchó por encima de la portería de Óscar, cuando La Albuera ya cantaba el gol.
La Sego controla, el Ávila asusta
Tras esa doble presentación en ambas áreas, el derbi se animó. El partido entró en una fase con ritmo alto y más intención ofensiva, y fue la Segoviana la que empezó a crecer. Con una propuesta combinativa, liderada por el pie de Fer Llorente en el medio y un Borrego muy participativo desde el costado izquierdo, los azulgranas comenzaron a inclinar el campo hacia terreno abulense. No fue suficiente para generar ocasiones claras, en parte por la firmeza de la zaga visitante, pero sí para obligar al Ávila a replegar líneas, con más preocupación por guardar su área que por buscar la gimnástica.
Hasta el descanso, el equipo gimnástico siguió insistiendo. Juanma volvió a probar fortuna desde lejos, con un disparo que se marchó rozando el poste, pero el último susto lo dio el Ávila, en una acción a balón parado que acabó en gol anulado por el colegiado por falta en ataque sobre René. Así se llegó al intermedio, con la Segoviana ganando a los puntos, pero con el marcador todavía sin goles.
Tras el paso por vestuarios, el derbi se agitó, rompiendo la tensión contenida del primer acto con acercamientos en ambas áreas. La Segoviana fue la primera en golpear la mesa con un cabezazo de Álex Castro a la salida de un córner, pero el Ávila no tardó en responder con una doble ocasión que pudo cambiar el signo del encuentro: primero Gonzalo Serrano no acertó en la definición y, acto seguido, Posti apareció con solvencia para mantener el 0-0.
Con el crono avanzando y el desgaste haciendo mella hacia la hora de juego, Iñaki Bea movió ficha dando entrada a Diego Campo y Pau por René y Borrego, y con ello la Segoviana ganó presencia en campo rival. Fue el preludio de lo que estaba por venir.
Territorio gimnástico
A partir de ahí, el dominio volvió a ser azulgrana. El cuadro gimnástico se asentó en campo contrario y comenzó a asediar la portería defendida por Óscar. La mejor oportunidad llegó con un libre directo lanzado por Fer Llorente que sobrevoló el larguero por escasos centímetros. Fue el último aviso antes del golpe definitivo.
Porque como en capítulos anteriores en La Albuera, el equipo gimnástico encontró petróleo en los minutos decisivos. Esta vez, el protagonista fue Álex Castro, que en una acción de delantero puro ganó la partida a Carlos Pascual y fusiló a Óscar con un disparo seco y preciso. 1-0 en la recta final. Otra vez.
El tanto obligó al Ávila a ya sí dar un paso adelante. Los de Marc García se armaron con balón y buscaron el empate, pero se toparon con una Segoviana como pez en el agua en un bloque bajo en el que las ocasiones encarnadas brillaron por su ausencia.
Y es que, lejos de sufrir, el conjunto azulgrana incluso perdonó la sentencia. En un contragolpe de libro, Ivo condujo con inteligencia y sirvió para Álex Castro, que esta vez no afinó puntería y mandó el balón fuera. Ya en el descuento, Fer Llorente e Ivo volvieron a merodear el segundo, pero no hizo falta más, pues en esta ocasión la Gimnástica Segoviana ya era dueña del Clásico de Castilla.
