El suelo industrial es uno de los ejes fundamentales para el impulso de la actividad industrial y también para lograr un mejor equilibrio territorial. Por este motivo, desde la Junta de Castilla y León se ha hecho una inversión que ronda los 250 millones de euros con el fin de impulsar la industria en la región.
Más allá de los casos ya mencionados en Segovia con los polígonos de ‘Las Mangadas’ y ‘Los Hitales’ como motores de la economía, cabe destacar los proyectos que Somacyl ha llevado a cabo en otros puntos de la Comunidad. De los 14 que estaban proyectados a principios de este año, ya está finalizado el Parque Empresarial del Medio Ambiente de Garray (Soria) uno de los planes más ambiciosos, con 50 millones de inversión. Se espera que este parque sea un “referente nacional en sostenibilidad industrial”, según apuntan desde la Junta, ya que alberga empresas de energías limpias, biotecnología y economía circular, y cuenta con el Centro de Servicios Ambientales de Soria y el Centro de la Biomasa.
Por otro lado, también destaca, en este caso por extensión, el proyecto del Polígono Industrial ‘El Bayo’ en Cubillos del Sil (León), con una ampliación que supera las 140 hectáreas y una inversión estimada que ronda los 30 millones de euros. Es uno de los proyectos más emblemáticos de la comunidad. Nació vinculado a la reindustrialización de la comarca del Bierzo tras el cierre de las térmicas de carbón, y hoy busca atraer nuevas empresas de energías renovables, reciclaje y logística verde.
Cuenta con buenas conexiones con la autovía A-6 y un enfoque de sostenibilidad ambiental muy marcado. Además, está incluido en los Planes de Transición Justa, lo que le da acceso a fondos europeos específicos.
También en León hay que tener en cuenta la ampliación del polígono de Villadangos del Páramo, que actualmente ya es uno de los motores industriales de la región y que llegará a alcanzar gracias a esta nueva ampliación, financiada parcialmente por Somacyl, hasta las 200 hectáreas de extensión. Con ello se busca dar cabida a nuevas empresas de logística, automoción y transporte ferroviario. Está directamente conectado con el Puerto Seco de León y el futuro corredor Atlántico ferroviario, lo que le otorga una posición logística privilegiada.
Desde la Junta también se trata de equilibrar el peso industrial entre las provincias con proyectos en zonas que tradicionalmente no han estado tan ligadas a la industria, como es el caso de Zamora, que prepara el polígono ‘Zamora Norte’ en la localidad de Monfarracinos. Es una apuesta importante para corregir el desequilibrio territorial y dotar a Zamora de suelo competitivo, moderno y bien comunicado.
Se plantea como un espacio flexible, capaz de acoger tanto pymes como grandes empresas de transformación alimentaria y logística agroindustrial.
También con el fin de reforzar la industria, surge el proyecto de ‘La Gijona’, en Villamuriel de Cerrato(Palencia), que busca atraer empresas vinculadas a la industria auxiliar del automóvil y a la economía circular, reforzando el tejido industrial de Palencia, donde ya operan grandes plantas como Renault o Plastic Omnium.
Otros proyectos que harán avanzar la industria en la Comunidad son ‘Las Viñas’ en Salamanca, con el objetivo de impulsar el desarrollo rural y la agroindustria en el suroeste de la comunidad; ‘El Parralejo’ en Burgos, orientado a la logística; ‘Escaparate en Valladolid, enfocado al transporte y el almacenaje; o el polígono industrial de Vicolozano en Ávila.
Un marco integral para activar la competitividad
Castilla y León acelera su apuesta por la industrialización con una estrategia que busca combinar competitividad empresarial, sostenibilidad ambiental y cohesión territorial. La Junta ha desplegado un conjunto de programas y medidas que refuerzan el papel del suelo industrial como infraestructura económica clave para el desarrollo regional.
El objetivo, según la Consejería de Economía y Hacienda, es “garantizar que cada provincia disponga de un suelo preparado, asequible y tecnológicamente avanzado” para atraer empresas, especialmente en las zonas más afectadas por la despoblación o la desindustrialización”.
La Política Industrial de Castilla y León actúa como hoja de ruta hasta 2030. Este plan persigue consolidar un modelo de industria moderna, digital y sostenible, que impulse la transformación productiva y reduzca las desigualdades territoriales.
Entre sus prioridades destacan la digitalización industrial (Industria 4.0), la eficiencia energética, el fomento de la economía circular y la conexión entre empresas y centros tecnológicos. Además, incluye programas de formación y captación de talento para adaptar la mano de obra a los nuevos perfiles industriales.
Una de las medidas más destacadas es la reducción del precio del suelo industrial gestionado por la Junta, con bonificaciones de hasta el 50 % en la venta o cesión de parcelas a empresas interesadas en implantarse en zonas con menor desarrollo industrial o afectadas por la despoblación.
Además, se han habilitado fórmulas de pago fraccionado y derecho preferente de compra, con el objetivo de facilitar el acceso de las pymes a suelo urbanizado y bien comunicado. Estas medidas se aplican, entre otros, en los polígonos de El Bayo (Cubillos del Sil), Villadangos del Páramo (León) o Los Hitales (Segovia), enclaves llamados a convertirse en polos de atracción empresarial.
Los Planes Territoriales de Fomento (PTF) son otro pilar esencial de la política industrial autonómica. A través de ellos, la Junta impulsa actuaciones concretas en comarcas con necesidades de reactivación económica, como el Bierzo, Soria o Tierra de Campos.
Estos planes combinan medidas urbanísticas, incentivos fiscales, formación laboral y creación de suelo industrial adaptado a las características locales. En muchos casos, se desarrollan en colaboración con los ayuntamientos y con apoyo técnico y financiero del ICE y Somacyl.
Paralelamente, la Junta mantiene una línea de subvenciones dirigidas a municipios de menos de 20.000 habitantes para financiar la creación, ampliación o modernización de polígonos industriales, garantizando servicios básicos como accesos, energía, saneamiento y conectividad digital.
Con estas iniciativas, Castilla y León busca reforzar su tejido industrial, atraer proyectos tecnológicos y consolidar una red de espacios empresariales sostenibles y equilibrados.
La Junta aspira a que este impulso al suelo productivo sirva no solo para captar inversión, sino también para fijar población, generar empleo y vertebrar el territorio, especialmente en las zonas rurales.
