El Balonmano Nava afronta este domingo una nueva prueba de fuego en la Liga Nexus Energía Asobal. El equipo navero visitará el Quijote Arena para enfrentarse al Caserío Ciudad Real (12:30 horas) con el objetivo de reencontrarse con la ansiada victoria tras un mes exigente de competición.
Actualmente, el equipo de Álvaro Senovilla ocupa la duodécima posición en la tabla con dos puntos, producto de una victoria y tres derrotas. Dos de estas últimas derrotas han sido ofreciendo una buena imagen frente a equipos de gran nivel, como Bidasoa Irún y Granollers, considerados los principales rivales, con permiso del Barcelona, en esta Liga Asobal. Hasta la fecha, el equipo navero no ha logrado sumar puntos fuera de casa, cayendo en sus dos salidas previas en pistas complicadas como el Santiago Manguán y el Palau d’Esports de Granollers, por lo que el Balonmano Nava buscará su primera alegría del curso lejos del Guerreros Naveros.
Enfrente estará un Caserío Ciudad Real que es uno de los equipos recién ascendidos esta temporada y que, al igual que Nava, suma dos puntos en la clasificación. Los castellano-manchegos han logrado una victoria en casa ante REBI Cuenca, pero también han sufrido derrotas, incluyendo la más reciente ante Ademar León. Por ello, ambos conjuntos llegan con la necesidad compartida de volver a la senda del triunfo.
En cuanto a su plantilla, el conjunto de Santi Urdales ha realizado grandes fichajes este verano, incorporando jugadores con experiencia en la liga como Sergi Mach, Omar Sherif, Sergio López y el exnavero Alonso Moreno. Además, cuenta con el lateral derecho David Fernández, quien jugó en Nava en la temporada 14/15, junto a los extremos Dani Palomeque y Sergio Casares, quienes también son conocidos por la afición navera.
Respecto a los antecedentes, no existen enfrentamientos previos entre ambos equipos en la máxima categoría, por lo que para encontrar referencias hay que remontarse a la temporada 22/23 en la División de Honor Plata. En aquel encuentro, el Balonmano Nava consiguió una victoria en el Quijote Arena (28-34), un resultado que estuvo muy cerca de certificar su histórico ascenso a la Liga Asobal.
