El Parlamento de Chipre rechazó ayer el proyecto de ley sobre la quita a los depósitos bancarios acordada con la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- a cambio del rescate de 10.000 millones de euros.
Ante esta situación, el Presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ha convocado para hoy por la mañana a los líderes políticos para tratar de resolver las actuales discrepancias sobre las condiciones impuestas para el rescate.
El partido del Gobierno (Disy) se abstuvo en la votación, tal como estaba previsto. El texto no recibió ningún voto a favor y, en cambio, obtuvo 36 en contra y 19 abstenciones. Un diputado se encontraba ausente del Parlamento.
El proyecto de ley remitido al Parlamento por el Ejecutivo de Nicosia prevé salvar de la quita a los depósitos inferiores a 20.000 euros. Pero, a cambio, no compensa esta caída de la recaudación con aumentos de la tasa a las cuentas más altas, sino que mantiene el 6,75% para los depósitos entre 20.000 y 100.000 euros y el 9,9% para los superiores.
En declaraciones a The Guardian, Anastasiadis admitió que el Parlamento rechazaría el acuerdo, ya que consideraba que los términos del rescate pactado con la troika son injustos y van en contra de los intereses de Chipre.
Durante el debate parlamentario, centenares de personas se concentraron en el exterior de la Cámara Baja chipriota para protestar contra el rescate y pedir a los políticos que rechacen el acuerdo alcanzado.
Previamente a este repudio, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró que no habrá necesidad de imponer un gravamen a activos en otros países de la zona euro, en la línea de la quita que se aplicará a los depósitos bancarios en Chipre con el objetivo de limitar la ayuda prestada por la troika.
El plan que el Gabinete chipriota tenía previsto aplicar, y que ha sido rechazado por el Parlamento, salvaguarda el dinero de los pequeños ahorradores chipriotas, pero mantiene el objetivo de aumentar la liquidez necesaria para recapitalizar su sector bancario, lastrado por la reestructuración de la deuda griega.
La negativa de la Cámara a la propuesta ha aumentado la preocupación de que se emplee una medida similar en otros Estados de la eurozona, socavando la confianza de los depositantes en los bancos. Sin embargo, el ministro francés de Finanzas aseguró que esto no ocurrirá en otros países de la unión monetaria europea. «Está absolutamente fuera de lugar, no hay ninguna necesidad de un gravamen en los activos de otras naciones», aseguró Dijsselbloem. En este sentido, reiteró que, debido al tamaño del sector bancario chipriota y las necesidades de recapitalización de sus entidades, ha sido inevitable recurrir a los depositantes.
El rescate a Chipre se volvió a sentir con fuerza ayer en los mercados. La incertidumbre generada provocó que el Ibex 35 se desplomara un 2,2% al cierre de la sesión. En el mercado de deuda, a pesar de que el Tesoro Público consiguió colocar más de 4.000 millones en letras a tipos más bajos, la prima de riesgo continuó su escalada hasta situarse en los 369,3 puntos básicos al cierre de la jornada.
