El Barcelona borró de su mente la imagen del Inter, solo tres días después de quedarse fuera de la final de la Liga de Campeones, y mostró sus mejores virtudes, lo que le permitió lograr una victoria en Villarreal, fraguada en un gran primer tiempo, en el que demostró mucha superioridad, acallando así a quienes esperaban que los azulgrana perdieran puntos en El Madrigal.
El cuadro local, que llegaba al choque en el mejor momento de la temporada y que busca un puesto en la próxima edición de la Liga Europa, ofreció una imagen pobre en el primer tiempo, pero se mostró más intenso tras el descanso, aunque no lo suficiente como para comprometer el triunfo ‘culé’.
Ambos equipos sabían lo que se jugaban, pero al de Guardiola le tembló el pulso menos que al levantino y sus jugadores ofrecieron el fútbol que les faltó el miércoles para conseguir un triunfo fundamental y contundente en la lucha por el título.
Solo cuando la escuadra amarilla hizo su gol, tuvo el Barcelona que emplearse a fondo, aunque en el cuarto de hora final del duelo, ya había recuperado el control del juego, lo que le permitió redondear el triunfo con el segundo tanto de Messi.
El choque empezó con un ritmo trepidante, con el balón en poder catalán, pero con llegadas a la contra del Villarreal, que dispuso de la primera gran ocasión del partido, desperdiciada por Nilmar
Poco a poco, el bloque visitante volvió a ser el de siempre. Tejió su madeja en el centro del campo y envolvió al rival. La consecuencia fue el 0-1 logrado por Messi tras una buena acción de Bojan y Xavi, en un disparo que rozó en la defensa.
El ‘submarino’ acusó el golpe y el Barça se creció. Las llegadas del equipo local a la meta de Valdés menguaron y el control del juego por parte del equipo catalán aumentó notablemente.
Hubo momentos en los que el conjunto castellonense estuvo a merced de su rival. El Barcelona encontraba una y otra vez espacios para acercarse a la portería de Diego López y las aprovechó, lo que le permitió llegar al descanso con una clara ventaja en el marcador.
Fue gracias a dos acciones de calidad. Primero, Xavi hizo el 0-2 en una falta próxima al área local y luego Bojan, con una gran acción individual, puso el 0-3.
Marcos Senna y Llorente salieron de inicio en el segundo período en lugar de Ibagaza y Cani, lo que permitió al equipo local tener más posesión de balón.
Con el primero en la creación del juego y el segundo en punta, el equipo levantino mejoró, lo que unido a que el conjunto visitante se planteó administrar su ventaja con el menos sufrimiento posible, el encuentro estuvo más equilibrado.
Solo un gol amarillo podía inquietar al Barcelona y pese a la mejoría en su juego, el Villarreal no dio muestras de estar cerca de marcarlo, hasta que en el minuto 68, en una de sus más claras ocasiones, Llorente dio vida al partido al marcar para el Villarreal.
Parecía que, llegado el ecuador del segundo tiempo, el equipo de Guardiola podía empezar a pensar ya en el siguiente choque, pero no fue así. Sus hombres debieron rearmarse de cara a unos minutos finales que iban a ser menos sencillos de lo esperado antes del gol local.
Encontró entonces el Barça algunas opciones a la contra, ya que el Villarreal buscaba el segundo tanto, y el partido llegó a su final con un Barcelona parecido al del primer tiempo y que sentenció el encuentro con un nuevo gol de Messi, ante un bloque cuya reacción en el segundo período no fue suficiente como para tener verdaderas opciones de puntuar.
