Los parones en la competición no suelen sentar bien a los equipos que están en buena racha, y la Segoviana puede dar fe de ello. El equipo azulgrana, que había obtenido unos resultados muy positivos en las últimas jornadas, algo acorde con el buen trabajo que estaba realizando sobre el terreno de juego durante los partidos, se pareció demasiado al de las primeras jornadas de la competición en el choque que le midió al Burgos, un directo rival por la permanencia que salió de La Albuera con un poco más de vida de la que entró.
A ello contribuyó en gran medida en flojo arranque de partido que tuvieron los azulgranas, que permitieron que los jugadores visitantes se sintieran cómodos sobre el campo, y les superaran en la zona ancha del terreno, amenazando con rápidos contragolpes en los que Troiteiro y Yavhé Prieto, asistidos por Arkaitz, tenían mucho que decir ante una zaga a la que la ausencia por decisión técnica de Pablo la hizo resentirse en demasía.
Cumplido el primer cuarto de hora de encuentro, el Burgos montó un rápido contragolpe. Superado Palacios, Chema optó por no ir a un balón dividido y prefirió guardar su posición, pero finalmente el contraataque llegó al área gimnástica, y allí Yavhé Prieto lanzó al palo largo, con tan mala fortuna para la Segoviana que el balón rebotó en un defensor, y despistó a Durán, que ya se había lanzado a su derecha. Se dio la curiosa circunstancia de que ese gol llegó cuando el Burgos jugaba con un hombre menos, ya que en una desafortunada acción en la banda, Castells se produjo un fuerte esguince de tobillo y tuvo que ser sustituido.
El partido se parecía demasiado a los de principio de temporada, con la Segoviana concediendo más de lo necesario hasta encajar un gol, para posteriormente ponerse a jugar al fútbol ante un rival que paulatinamente iba retrasando sus líneas. Y así sucedió, ya que el Burgos vio el cielo abierto con el 0-1, y poco a poco fue echándose hacia atrás, acumulando hasta diez hombres por detrás del balón, dejando solo a Troiteiro a la caza de algún contragolpe confiando en su velocidad y en el acierto de un Arkaitz que se encontró con Durán en la única acción con peligro del Burgos hasta el descanso.
Los de casa comenzaron a sumar ocasiones de gol a partir del ecuador del primer período, pero ayer Pino no tenía ni mucho menos su día más inspirado. El delantero gimnástico se durmió en un claro mano a mano con Aurreko que terminó sacando un defensa, y vio cómo poco más tarde el portero burgalés le sacaba su remate a la media vuelta. Por momentos, la Segoviana llegó a asediar a su oponente, pero faltaban varias cosas, precisión en los centros, calidad en el último pase, mayor movilidad arriba, y ambición en el remate. No es cuestión de chutar a puerta desde el portal de tu casa, pero tampoco es mejor querer sistemáticamente meterte con el balón en la portería. En el término medio, (que en este caso es el de chutar desde la frontal del área cuando se tiene ocasión), suele estar la virtud.
Para aportar calidad en el centro del campo, Maroto dio entrada a Mariano por un Manu que no estuvo tan acertado como en ocasiones anteriores. El mediapunta gimnástico fue de más a menos, pero aportó mayor mordiente por una banda derecha que acabó siendo sobreexplotada por la Segoviana. Por ese lado llegó el gol marcado por Pino que acabó siendo anulado por el árbitro a instancias de su asistente por fuera de juego del delantero local, y también llegó un centro chut de Fran Dorado que se envenenó tanto que acabó superando a Aurreko para terminar estrellándose en el palo.
La Segoviana llegaba al área burgalesa sin tener que combinar demasiado, ya que el Burgos tenía las líneas demasiado retrasadas, pero la amenaza del contragolpe era evidente, tanto que Yavhé tuvo el 0-2 en sus botas en un mano a mano con Durán que lanzó fuera. Pero Maroto optó por correr el riesgo, y a veinte minutos para el final, retiró a Chema del campo para dar entrada a Terleira. El enfado del central azulgrana por su sustitución no fue entendido por la grada, que desde hace tiempo no le pasa una.
La acumulación de jugadores en el ataque gimnástico no fue sinónimo de más ocasiones de gol, porque aunque el balón siguió rondando la portería de Aurreko, los remates a portería fueron escasos. Por el contrario, la falta de centrocampistas, porque de nuevo Ricardo se empeñó en querer estar en todas las zonas del campo para terminar no estando en la suya, y a Maikel el físico no le dio más que para sesenta minutos, dejó en más de una ocasión desguarnecida a la zaga azulgrana. En una de esas ocasiones, Palacios se vio obligado a cometer falta sobre Arkaitz siendo el último defensor, por lo que vio la roja directa, y la Segoviana tuvo que jugar con Ricardo de central. Con uno más, el Burgos vivió el final del partido mucho más tranquilo, aunque la Segoviana intentó marcar el gol del empate de todas las maneras posibles. Pero el cuadro azulgrana terminó sufriendo el castigo a su mal inicio de partido, y se quedó compuesto, sin tres puntos que le habrían sacado de la plaza de promoción, y de nuevo en puestos de descenso. Año nuevo, vida vieja.
PACO MAROTO: «Tras el 0-1, sólo hubo un equipo en el campo»
“Nos ha faltado precisión en los pases, porque hemos tenido mucha precipitación. Hemos comentado en el descanso que estábamos demasiado nerviosos cuando teníamos el balón en los pies. Aún así, hemos tenido numerosas ocasiones, aunque tampoco hemos estado acertados en la toma de decisiones en los pases definitivos. Sabíamos que el Burgos es un equipo difícil de remontar cuando se te pone por delante, porque tiene un buen entramado defensivo, pero hemos encajado su gol en un cúmulo de fatalidades, porque estábamos descolocados en ese momento puntual, y cuando a David le llegaba el balón a las manos, éste rebotó en un defensa y se metió dentro. Sí es cierto que el Burgos ha entrado mejor al partido que nosotros, pero a partir del 0-1 considero que sólo ha habido un equipo sobre el campo, que ha sido la Segoviana. Creo que éste ha sido el encuentro en el que más ocasiones de gol hemos tenido en todo el campeonato, pero no hemos sido capaces de marcar. Llevamos toda la Liga con esos problemas de cara al gol, pero tampoco podemos pedir lo que no tenemos”.
