Han pasado los días en que María de La Fuencisla sube de su nido santuario de las rocas grajeras a la Catedral de su Asunción y San Frutos, para recibir todo el filial cariño, agradecimiento y peticiones de sus hijos que tienen dificultad para bajar a visitarla, y que llenos de cariño, emoción, fe y esperanza, han llenado cada madrugada y cada atardecer su casa catedralicia.
Y ha llegado el momento de decirle un muy emocionado “hasta luego”, que no un definitivo adiós, y con igual cariño que al recibirla, le han regalado, como en su tiempo de visita le obsequiaron con las flores y los frutos del campo, una serie de actos que le dicen, como en cada anual “subida” lo que la quieren, pero este año, tal vez porque así lo haya preferido María de la Fuencisla, en su vuelta al santuario de las Peñas grajeras ha pasado, por histórica primera vez, por el Barrio de San Lorenzo.
Parece que la Virgen no quería mojarse, tal vez porque siempre entre los manantiales de sus raudales de la Fuencisla, a la vera del Eresma, y en el barrio de San Marcos haya preferido ser recibida a salvo de agua, queriendo ser homenajeada y agasajada en el interior catedralicio, aunque hizo un guiño al clima y salió para recibir y ser recibida por el pueblo en su ágora mayor, y en el momento de la marcha a su santuario, otra vez ha traído la benéfica lluvia y viajado cobijada.
El barrio entero de San Lorenzo, y visitantes y devotos esperaban impacientes el paso de la Virgen Patrona excelsa y Reina, dedicándole sus mejores galas y emocionado saludo: niños y niñas con cestitas de pétalos florales como lluvia de caricias, las jóvenes y mujeres con su traje tradicional, la banda de la cofradía con el recio Himno Nacional, canto de la Salve, la parroquia con volteo de campanas, cruces procesionales y pendones, el Grupo de Danzas “Emperador Teodosio” bailándole la Jota de Chatún bajo la suave lluvia, y el barrio con emotivas palabras de saludo oración, y reposteros y colgaduras en balcones y ventanas…, todo un barrio, un pueblo, volcado en el que consideran un hito histórico, paseo de la Virgen Patrona de La Fuencisla, por sus calles y plaza cargado de emoción y bendiciones, los que cayendo de hinojos piden, María de la Fuencisla, que vuelvas hacia ellos tus dulces ojos, y los protejas.
María de la Fuencisla vuelve hacia este barrio tus dulces ojos, que te han mostrado que por Ti viven y confían, rezan y esperan, aman y ansían, que por Ti son lo que son.
_________
Manuel Fernández Fernández
