El desempleo juvenil es uno de los principales problemas que ha dejado la crisis por la que atraviesa España. Y es que el número de jóvenes que engrosan las listas del INEM crece cada mes. Según un informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 50,2 por ciento de los chicos entre 16 y 24 años con estudios básicos (hasta Bachillerato) se encontraban en paro en 2011, un 4 por ciento más que el año anterior.
Respecto a 2010, las tasas de desempleo se incrementaron en casi todos los sectores de formación, salvo en Artes y Humanidades y en Servicios. Las más elevadas se registraron entre las personas que siguieron programas de formación básica y desarrollo personal, con una media del 26,7 por ciento y las más bajas se dieron entre los españoles formados en Educación (9,63 por ciento) y en Salud y Servicios Sociales (11,6 por ciento).
Por tramos de edad, el grupo más afectado fue el de entre 16 y 24 años, especialmente en sectores de Formación básica (50,2 por ciento); Agricultura (46,4), Artes y Humanidades (42,4); Ciencias Sociales, Enseñanza Comercial y Derecho (40,5); y Mecánica , Electrónica, Industria Manufacturera y Construcción (40 por ciento).
En cuanto a la influencia de la instrucción en el mercado de trabajo, la encuesta del INE indica que la población activa de 16 años en adelante que había finalizado la Enseñanza Secundaria Superior y se había formado materias como Ciencias, Mecánica y electrónica, Industria Manufacturera y Construcción y Agricultura, Salud y Servicios Sociales presentó unas tasas de actividad en 2011 del 82 por ciento.
Por su parte, aquellos con Programas de formación básica y desarrollo personal presentaron tasas de actividad más bajas, inferiores al 52 por ciento, que en el caso de las mujeres esta tasa desciende hasta el 12 por ciento.
Por otro lado, el Ministerio de Educación quiere aplazar el examen oral de Lengua Extranjera de las Pruebas de Acceso a la Universidad al curso 2013-2014, tras observar «dificultades» en su implantación. Asimismo, plantea que las comunidades que lo deseen realicen unos ensayos piloto que no van a computar en la nota.
En el borrador, el departamento dirigido por José Ignacio Wert alega para su prórroga el nivel de «complejidad organizativa» que supone para las universidades, derivado de la necesaria ampliación del número de miembros en los tribunales para la prueba oral.
También señala como otra de las causas para retrasar este ejercicio, que tiene como objetivo valorar la comprensión y expresión oral del inglés, la «necesidad de elaborar un protocolo de actuación que permita garantizar la objetividad en la evaluación y los derechos que asisten al alumnado en referencia a dicha prueba».
Además de aplazar dos años la prueba, el Ministerio propone que las regiones desarrollen un proyecto piloto que permita establecer con «mayor precisión» los tiempos y los recursos para su realización.
Para ello, debe la modificar del Real Decreto que regula las condiciones de acceso a la universidad, aprobado por el Gobierno socialista en noviembre de 2008, y que establecía un examen oral de lengua extranjera para este curso.
