Desde la asociación de ‘Parados en Acción’ de Segovia, su presidenta, Rosa Herrera, se lamenta del escaso movimiento que se aprecia en el mercado laboral de la provincia. “Está todo muy a la baja y las perspectivas son, en general, malas”.
Herrera señala que la mayor parte de los asociados son de Segovia capital pero también hay tres o cuatro que residen en municipios próximos. En cualquier caso, las posibilidades de encontrar trabajo son igualmente malas, aunque reconoce que en el medio rural, en los pueblos más pequeños, se reducen todavía más las ofertas de empleo, por la casi nula presencia de empresas.
La presidenta de esta organización, muy activa desde que se creó ahora hace un año, se muestra sorprendida por lo que considera falta de implicación de muchos desempleados en el asociacionismo, y detalla las ventajas que tiene “para hacer fuerza ante las administraciones, partidos políticos, empresas, etc; para formación, y para compartir experiencias e inquietudes”.
Una vez registrada como asociación legal, tanto en el Ayuntamiento de Segovia —que ha cedido un espacio para que celebre sus reuniones semanales— como en la Junta de Castilla y León, Herrera indica que entre sus objetivos se encuentra también mejorar la formación de los parados. De hecho no deja de incorporar bolsas de cursos de diferentes entidades públicas y privadas, que se remiten a los asociados. Recientemente ha negociado con la Concejalía de Empleo la celebración de un curso de cocina que, de momento, se tendrá que aplazar por cuestiones administrativas y la premura de fechas y plazos.
Disponibilidad
En cuanto a la movilidad de los parados de la provincia, cuando surge alguna oferta de empleo en un lugar diferente al de su residencia, la presidenta de esta asociación, considera que, aunque la normativa establece que el desempleado puede negarse cuando el trabajo se encuentra a más de 30 kilómetros, “tal y como están las cosas si es una buena oferta pocos la rechazan en este momento”.
