El consorcio automovilístico alemán Volkswagen alcanzó un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos y con abogados particulares por el que destinará más de 1.000 millones de dólares (909 millones de euros al cambio actual) en compensar a los propietarios de los 600.000 vehículos afectados por el caso del software en el mercado estadounidense. Según informaron fuentes conocedoras de la situación, este acuerdo incluye “en principio” una indemnización máxima, aunque los detalles finales, como la compensación final de cada propietario, todavía están siendo debatidos.
Asimismo, algunos clientes afectados tendrán la posibilidad de solicitar que su vehículo sea reparado para que cumpla con la normativa de emisiones o podrán pedir la recompra del mismo por parte de la compañía.
No obstante, esta posibilidad variará en función del modelo, del tipo de motor y del año del coche. Dichas fuentes aseguraron que el principio de este pacto entre las partes no incluye planes sobre cómo se van a reparar los coches ni el coste de dichas operaciones, aspectos que están siendo discutidos.
Desde la compañía se ha asegurado que varios de los modelos afectados de menor antigüedad podrían ser reparados mediante sencillas actualizaciones del software, mientras que los más antiguos, con motor diésel de 2.0 litros, podrían requerir operaciones más complicadas y costosas.
Asimismo, el grupo automovilístico alemán alcanzó un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en relación con los 600.000 vehículos diésel que incorporan en el país un software que altera las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Según informó el juez federal Charles Breyer en el marco de la vista judicial mantenida ayer este “plan concreto” incluirá la posibilidad de reparar los modelos afectados y también una opción de recompra del vehículo por parte de la empresa.
