La actuación de la Gimnástica Segoviana en la dos primeras jornadas de la competición auguran emociones fuertes a los aficionados… y más de un disgusto para el cuerpo técnico dirigido por Iñaki Bea, sabedor de que construir un equipo no es un trabajo que se pueda realizar en un par de semanas, ni casi en un par de meses, y que es bastante mejor construir mientras se van sumando puntos, por aquello de la tranquilidad.
El encuentro en los Anexos del José Zorrilla frente al Valladolid Promesas fue un buen reflejo de lo que puede ser la Segoviana por lo menos hasta que termine de ensamblar las piezas. Porque el entrenador quiere inculcar al equipo la ambición por ir a buscar al rival, a cualquier rival, al campo contrario, pero todavía hay que ajustar aspectos defensivos tan importantes como la distancia entre las líneas, para que esa presión sea totalmente efectiva.
Sin embargo, no deja de ser cierto que esa ambición azulgrana le ha dado buenos réditos hasta la fecha. Ahogar en La Albuera a un recién ascendido como el Sámano en la primera jornada de liga puede considerarse hasta ‘normal’, pero ya no lo es tanto provocar las pérdidas de balón en futbolistas tan técnicos como los del Valladolid Promesas en su terreno de juego, obligando en varios momentos al rival a jugar en largo.
La fortaleza del equipo en el juego aéreo se mostró más que efectiva en los Anexos, con Diego Campo y Fer Llorente como lanzadores
Ese sistema exige dos premisas para que pueda funcionar como un reloj: una presencia física más que importante, y una concentración no menor, porque como señaló el entrenador azulgrana al final del partido, el filial blanquivioleta aprovechó casi al cien por cien los errores que cometió la Segoviana en algunos momentos del encuentro. Y evidentemente no hay que poner solamente el foco en la línea de cuatro zagueros porque la defensa es cosa de todos, pero sí se echó de menos algo más de contundencia a la hora de fijar las marcas de jugadores que, como Xavi Moreno o César Porras, tuvieron el metro suficiente como para poder crear, y culminar, una ocasión de gol.
Ahora bien, si en defensa el partido del equipo gimnástico fue mejorable, en el apartado ofensivo la Segoviana demostró tener las ideas claras en su nuevo estilo de juego, con un juego aéreo que puede ser de los más potentes de la categoría y que tiene a Tenas y Álex Castro a dos de sus más claros exponentes, porque los dos atacantes gimnásticos se impusieron prácticamente en todos los balones colgados hacia el área del Valladolid Promesas. Y ello, teniendo en cuenta que la Segoviana cuenta con especialistas a balón parado como Diego Campo o Fer Llorente, es toda una bendición para los delanteros, y toda una pesadilla para los defensas.
Así que, de momento, la Segoviana aparece como un equipo que ataca mucho, pero que no defiende tanto. Bueno para el espectador al que le gusta bastante más ver el balón por el área que en el centro del campo, pero no tanto para los entrenadores que prefieren tener los partidos algo más amarrados.
Fabril, Oviedo Vetusta y… el Ávila
Tres equipos son los únicos que han sumado dos victorias en las dos primeras jornadas de Liga, con los filiales del Deportivo de La Coruña y el Oviedo mostrando sus poderes, al igual que un Real Ávila que ha comenzado la liga de manera más que positiva, superando al Bergantiños en el tiempo de descuento para hacer un seis de seis en un buen inicio de liga.
