La pastelería ‘El Castillo’ nació en el año 1910 cuando Gabriel García Pullido, un vendedor ambulante de dulces de la comarca del nordeste y natal del municipio segoviano de Navares de Enmedio decidió comprar una casa junto al castillo de Sepúlveda donde comenzar su propio negocio.
Por estos años, “principios del siglo XX, Sepúlveda era uno de los pueblos más poblados de la comarca del Nordeste, contaba con el doble de vecinos que hoy en día y con negocios de todo tipo. La clientela de antaño eran los bisabuelos y abuelos de muchos de nuestros clientes de hoy en día”, explica también Gabriel García, biznieto del fundador, al tiempo que comenta como la pastelería “ha evolucionado con el paso de los años, manteniendo sus mejores recetas, pero añadiendo también otras nuevas como los turrones de Navidad, el roscón de Reyes, las pastas del té o las magdalenas de almendra. Eso sí, la base de nuestra pastelería, que es la crema pastelera, no ha cambiado su fórmula en cien años”.
Cinco generaciones han trabajado en dicha pastelería, contando con los hijos del actual dueño Gabriel García Martín, para quien mantener viva esta tradición es “algo muy bonito. Al final la pastelería es un negocio hermoso, donde el límite lo pone la propia creatividad”.
El producto estrella de esta confitería son los manoletes —pasteles de estilo petit-choux rellenos de crema de la casa y cubiertos de chocolate, azúcar y praliné de almendra— y su sueño es “seguir cumpliendo años, hacernos más reconocidos y reforzar nuestra marca personal, ya que cumplir 115 años supone un hito, porque todo lo artesano y más en las áreas rurales con el tiempo será más complicado de conservar”, asegura García.
