REBOLLO
Rebollo (Segovia), asienta su caserío sobre un alcor entorno al río Cega, entre las poblaciones de Puebla de Pedraza al oeste, La Matilla al este, y Pajares de Pedraza al sur, a escasos 46 km al noreste de la capital provincial. Actualmente está poblado por unas 74 personas, cuyo gentilicio es rebollanos. A lo largo de la historia los moradores de esta puebla han venido dedicándose a la actividad agropecuaria, agricultura de secano, con especial incidencia en los garbanzos, algo de huerta y ganadería de subsistencia.
El nombre de esta puebla “Rebollo” hace referencia a los grandes robledales de las distintas zonas montuosas de la provincia. Esta puebla era conocida a mediados del siglo XIII como Oter de Rebollo, Otero por el lugar de asentamiento y Robledo por la especie de arboleda que la circundaba.

A decir de entendidos en la materia, el solar que hoy ocupa la puebla de Rebollo, ya fue lugar de asentamientos humanos de tribus celtíberas que, ya en épocas tan lejanas, marcaron las actividades económicas que se vienen practicando por milenios en estas latitudes como forma de vida de su población, que no es otra que la actividad agropecuaria.
Los territorios de la comarca donde se asienta Rebollo fueron reconquistados y repoblados por La Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza compuesta actualmente por 18 municipios.

Patrimonio histórico-artístico. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con fábrica románica y torreón campanario, cuyo estilo primigenio ha sido alterado por reconstrucciones posteriores. Alberga en su interior el retablo mayor de estilo barroco, una pila bautismal de traza románica y varias piezas de plata para la liturgia.
Ermita de Nuestra Señora de las Nieves ubicada en las proximidades del despoblado Valle Encinas.
Celebra sus fiestas: San Isidro, el 15 de mayo; San Antonio, el 13 de junio y Nuestra Señora de la Asunción, el 15 de agosto.

AREVALILLO DE CEGA
Arevalillo de Cega (Segovia) asienta su caserío de piedra sobre ondulados terrenos de cultivo de cereal y vegetación, protegido por la loma llamada La Tuerta y el río Cega, y enriquecido y arropado por bosques de encinas, robles y pinares, donde habita rica y variada fauna de aves y mamíferos. A esta puebla la encontramos entre las poblaciones de: Puebla de Pedraza al norte, Rebollo al noreste y Guijar al suroeste, a escasos 42 km al noreste de la capital provincial.
Actualmente está poblado por unas 18 personas, cuyo gentilicio es arevalillenses. Los moradores de esta puebla se han dedicado históricamente a la actividad agropecuaria, agricultura de secano, huerta y ganadería de subsistencia.
Ya en la mitad del siglo XIII, año de 1247, aparecía citado bajo el nombre de “Arevaliello”, posiblemente topónimo prerromano derivado de Are-valon, —junto al muro—, otra opinión es que fue repoblado por gentes cristianas de la villa de Arévalo (Ávila), denominación que permaneció inalterada hasta 1916, que entró en vigor la reforma de la nomenclatura municipal de todos los municipios españoles, impulsada por el conde de Romanones. A partir de entonces se castellanizó su nombre y se le agregó el apellido, pasando a denominarse Arevalillo de Cega, por la proximidad a ese cauce de agua.

Dicen los especialistas que el término municipal donde se asienta la puebla de Arevalillo, ya fue señoreado como lugar de asentamientos humanos en la prehistoria, basándose en los fragmentos de cerámica campaniforme datados en la Edad de Bronce y hallados en las cuevas del Jaspe y del Tocino, sin definir quienes fueron esos pobladores ni en qué tiempo específico se asentaron en estos parajes. Los vestigios encontrados pueden verse en la exposición permanente del Museo Provincial de Segovia.
Lo que sí parecen estar documentados son los restos fósiles de flora aparecidos en el yacimiento paleontológico de troncos de coníferas de Arevalillo de Cega, excepcionales y únicos por sus dimensiones, número de ejemplares y grado de conservación, que se sitúan en formaciones de rocas sedimentarias detríticas de entre unos 90 y 100 millones de años de antigüedad. Este tipo de troncos fósiles también han aparecido en los términos municipales de Caballar, Orejana, Carabias y Valleruela de Pedraza (Segovia).

Esta comarca fue recuperada de manos agarenas para la causa cristiana bajo el mandato y dirección de La Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza.
Patrimonio histórico-artístico. Iglesia de San Mamés construida en estilo románico, del que sólo conserva el ábside, ya que el resto del edificio se reconstruyó en el siglo XVIII. La fragua y el potro de herrar.
Celebra sus fiestas: San Isidro, el 15 de mayo, San Mamés, el último fin de semana de agosto y Nuestra Señora del Rosario, el primer fin de semana de octubre.

Los pueblos de Arevalillo de Cega, Arahuetes, El Cubillo, Guijar y Valdevacas, organizan una romería en verano al refugio de los guardas, ubicado en el término de Arahuetes, punto intermedio entre las cuatro pueblas. Cada año lo organiza uno de ellos y fija la fecha. Todos los vecinos de las cuatro pueblas acuden al refugio, donde comparten una merienda-cena amenizada con música.

EL GUIJAR Y VALDEVACAS
El Guijar y Valdevacas (Segovia) forman ayuntamiento entre ambas pueblas, conocido como El Guijar de Valdevacas y residenciado en El Guijar. Se ubican a muy poca distancia la una de la otra; Guijar a un kilómetro al norte de Valdevacas. Tienen Muñoveros al noroeste, Arevalillo de Cega al noreste y Cubillos al sur; y distan de Segovia unos 36 km en dirección noreste. En la actualidad tienen un censo poblacional conjunto de unas 80 personas censadas, pero no todas residen permanentemente allí, cuyo gentilicio es guijareños. Históricamente los moradores de ambas pueblas han venido dedicándose a la actividad agropecuaria, agricultura de secano con algo de huerta y ganadería de subsistencia, y recurrentemente a la extracción de resina.

Ambas pueblas se asientan sobre terrenos con grandes extensiones de enebrales y pinares de gran importancia donde brota variada flora y dan cobijo a una fauna muy variada de mamíferos como: corzos, gatos monteses, ginetas, jabalís, lobos; y de aves como: el águila imperial, el buitre leonado, el buitre negro y el gran búho real.

El nombre de Guijar, dicen que viene de los cantos rodados “guijarros” que encontramos en las riberas de los cauces de agua. En cuento a Valdevacas, se especula con que puede venir del paso de alguna tribu vaccea por estas latitudes, y entonces tendríamos “Val” por el lugar donde se asienta (geografía), y “Vacceos” los que formaban el grupo tribal allí asentado.

Los solares de estas pueblas ya fueron lugares de asentamientos humanos en el lejano pasado, pues los vestigios arqueológicos encontrados sugieren que por aquí pasaron tribus celtibéricas y luego los romanos.
Los territorios de estas pueblas fueron reconquistados de manos agarenas por La Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza, y luego pobladas con gentes de credo cristiano y procedencia del norte peninsular.

Patrimonio histórico-artístico. El Guijar: Iglesia parroquial dedicada a la Virgen del Rosario construida a principios del siglo XIX.

Valdevacas: iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz con torreón campanario, originalmente construida en estilo románico, actualmente desvirtuado por reformas posteriores. La escultura “Puertas de la Ausencia” de José Antonio Abella, está ubicada en la Plaza.
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* Juan Fco. Sanjuán Benito
www. juansanjuanbenito.es
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