El Ayuntamiento de la ciudad acometerá a comienzos de la próxima semana una intervención de limpieza en el cauce del río Eresma, en el tramo comprendido entre la antigua fábrica de Borra y el arco del santuario de La Fuencisla. Se trata de una actuación planificada para estas fechas debido a que el nivel del río es más bajo, lo que facilita la retirada de ramas y árboles caídos acumulados en el cauce tras las últimas crecidas.
El concejal de Sostenibilidad Ambiental, Gabriel Cobos, explicó que los trabajos comenzarán entre el lunes y el martes, y se prolongarán durante toda la semana y parte de la siguiente. “Obviamente cuando se va a hacer alguna intervención en el cauce del río, se espera a que tenga el cauce más bajo para que los trabajos sean lo más cómodos y propios posibles de época. El cauce más bajo del Eresma está en el mes de agosto, principios de septiembre”, indicó.
La empresa utilizará maquinaria pesada, grúas y equipos de acceso que permitan retirar con seguridad los árboles y troncos caídos
Para ejecutar esta operación, de la que ya está informada la Confederación Hidrográfica del Duero, el Ayuntamiento ha contratado a una empresa especializada, con un presupuesto en torno a 8.000 euros más IVA, un contrato menor que podrá aumentar o disminuir de importe dependiendo del volumen de la limpieza a realizar. Se utilizará maquinaria pesada, grúas y equipos de acceso que permitan retirar con seguridad los árboles y troncos caídos. La intervención se coordinará con la unidad especial de empleo encargada del mantenimiento de las zonas verdes de la Alameda y El Parral, que colabora habitualmente en el seguimiento del estado del río y sus orillas.

Todo ello se va a hacer en colaboración y coordinación con la Unidad Especial de Empleo, que es la que gestiona y cuida las dos zonas de los valles, tanto de la Alameda como la zona del Parral, que tiene un contrato con el Ayuntamiento. “Van a colaborar con ellos para indicarles dónde están ya los árboles caídos. La zona del colector de San Marcos también se va a limpiar un poco, yendo de su mano con ellos, que son los que han visto y observan cada día cómo va el río”, explicó Cobos.
LIMPIEZA DEL PUENTE
La actuación prevista también abre la puerta a resolver la cuestión de la limpieza del segundo ojo del puente de San Marcos, donde se han acumulado sedimentos que obstaculizan el paso del agua. El concejal admitió que la intervención en ese punto está en estudio: “Una vez que esté la empresa en la limpieza, vamos a valorar si es necesario quitar mucho o no quitarlo. En principio sí que se limpiará parte de ello y está previsto también”.
La reclamación de una actuación concreta en el puente de San Marcos ha sido defendida por Izquierda Unida. Su portavoz, Ángel Galindo, recordó que en 2021 ya se realizó una limpieza que resultó efectiva para evitar inundaciones en la zona. “En el año 2021 hicimos una limpieza porque había muchos restos. Con esas riadas se había producido mucha acumulación de elementos. En el caso del ojo del puente de San Marcos, ahí se hizo una intervención porque ese ojo estaba taponado y lo que hacía en esa parte era estrechar mucho el cauce del río, que se quedaba encajonado. Liberar ese ojo lo que hacía era permitir el paso del agua de forma más fácil, y eso también evitaba que se inundasen tan rápido los caminos o incluso que el agua alcanzase la Casa de la Moneda”, apuntó.

Galindo insistió en que la limpieza del segundo ojo del puente no responde a una cuestión estética o de simple mantenimiento, sino a una necesidad funcional para prevenir desbordamientos. “Para que siga siendo efectiva esa liberación del segundo ojo del puente y que pueda pasar el agua con facilidad cuando se produzcan inundaciones, es necesario que se limpie esa acumulación de sedimentos que se ha formado. Lo pedimos porque tiene una función muy concreta, que es liberar ese segundo ojo del puente y facilitar ese paso de agua”.
NO A QUITAR LAS ‘ISLAS’
La presencia de islas de sedimentos y gravas en el cauce del Eresma es motivo de un debate recurrente. Cobos señaló que su eliminación no siempre resulta positiva, y debe ser valorada por técnicos, destacando que no es precisamente partidario de ello, “porque si al río le quitamos barreras, coge mucha velocidad y también tiene más fuerza destructiva. Estos sedimentos que han existido toda la vida también hacen de barreras naturales para evitar que el río coja esas velocidades”.
En la misma línea, Galindo subrayó que el arrastre de gravas y la formación de islas forman parte del equilibrio del río. “Nosotros no creemos que eso sea basura y no consideramos necesaria su retirada porque cumplen funciones en el funcionamiento del río. Cualquier isla de arena o grava que se quite se va a volver a formar y cumple unas funciones en el funcionamiento del río, también en relación con la vegetación. Ese tipo de intervenciones tienen que estar muy estudiadas y justificadas”.
LA CHD NO RESPONDE
El Ayuntamiento mantiene abierta una controversia con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a raíz de los daños ocasionados por la crecida del río Eresma en marzo de 2025 que afectó a varios caminos paralelos al cauce, además de a algunos espigones y elementos de protección de la ribera, obligando al Consistorio a elaborar un informe detallado de los desperfectos y a iniciar una reclamación formal.
Según explicó Gabriel Cobos, el Consistorio ya había advertido con antelación a la CHD de los riesgos que se avecinaban. En una carta enviada a la presidenta del organismo, se ponía de manifiesto que la situación meteorológica —con la sierra muy cargada de nieve, el incremento de las temperaturas y las precipitaciones al alza— hacía prever un aumento rápido y peligroso del caudal del río. A ello se sumaba que el embalse del Pontón Alto se encontraba al cien por cien de su capacidad.
“Les pedimos que hicieran un desembalse controlado para mitigar la crecida. En esa misma comunicación dejamos claro que, si no se adoptaban medidas, el Ayuntamiento no dudaría en reclamar los daños que pudieran producirse aguas abajo, en el casco urbano y en las infraestructuras del entorno fluvial”, señaló Cobos.
La riada afectó a varios caminos paralelos al cauce, además de a algunos espigones y elementos de protección
de la ribera
La respuesta de la CHD aún no ha llegado, mientras los caminos siguen afectados y el Consistorio espera poder repercutir el coste de su reparación al organismo de cuenca. El informe económico remitido por el Ayuntamiento incluye la reposición de los caminos deteriorados, además de la reparación de espigones y barreras de contención dañados por la fuerza del agua.

Cobos advirtió que, en caso de no obtener una respuesta favorable, será el Ayuntamiento quien tenga que asumir de nuevo la factura. “Si no nos contestan, o si en esa respuesta la Confederación no quiere hacerse cargo, tendremos que volver a asumir estos costes para arreglar las zonas dañadas, aunque sabemos que en próximos meses podrían volver a sufrir los mismos problemas”, subrayó.
Preguntado sobre la posibilidad de acudir a los tribunales si la CHD rechaza la reclamación, el concejal dejó la puerta abierta. “Primero vamos a esperar la respuesta. Una vez la tengamos, valoraremos con los técnicos los pasos a seguir. Lo importante es que, por lo menos, nos contesten”, afirmó.
