No pudo ser a la primera, ni a la segunda ni tampoco a la tercera. El verano avanza, pero la victoria sigue sin querer vestirse de azulgrana. La Gimnástica Segoviana no pudo inaugurar su casillero de triunfos en esta pretemporada tras empatar (1-1) ante el Rayo Majadahonda en los noventa minutos reglamentarios del Trofeo Diputación de Segovia, y caer después en una cruel tanda de penaltis que premió al conjunto madrileño (2-4). Un desenlace que recuerda demasiado al vivido días atrás ante el Real Madrid C, y que vuelve a dejar al equipo de Iñaki Bea sin un ansiado triunfo que premie el trabajo diario.
Para este tercer test de pretemporada, Iñaki Bea apostó por un once inicial reconocible, mezclando fichajes, canteranos y nombres ya consolidados en el vestuario. Con el habitual esquema 4-4-2, la Segoviana salió al césped de La Albuera con Postigo en portería, Silva y Rubén en los laterales, acompañados por René y Alonso en el eje de la zaga. En la medular, Diego Campo y Pino llevaron el timón, con Ivo y Juanma en las bandas, y en la punta de ataque, Álex Castro compartió línea ofensiva con Samu Manchón.
El encuentro tuvo dos caras muy distintas: en la primera parte, la mejor noticia gimnástica fue el resultado gafas ante Rayo Majadahonda superior que tuvo en Postigo al principal artífice de no irse con ventaja al paso por vestuarios, mientras que en el segundo acto el carrusel de cambios azulgrana dio otro aire a una Segoviana que sí dejó una buena imagen.
Postigo sostiene a la Sego
Con un buen trato de pelota y cargando una y otra vez la espalda de la defensa segoviana, el equipo de Guillermo Fernández tomó el control del choque ante una Segoviana incómoda en defensa y tímida con pelota. Bajo esa tesitura, un cuarto de hora fue suficiente para que el Rayo Majadahonda avisase por partida doble. Ambas, con Fran Pérez como protagonista: en la primera, Postigo sacó una buena manopla arriba tras un disparo a la media vuelta del ‘35’ y, en la segunda, el ariete blanquiazul ganó la partida a Alonso desde el centro del campo pero, en el mano a mano, el joven guardameta gimnástico le ganó nuevamente el duelo evitando el 0-1.
Trató de ponerse a los sustos madrileños una Segoviana plana y algo apática con balón, primero con una aproximación en la que Álex Castro cayó en un forcejeo dentro del área que La Albuera reclamó sin éxito como penalti y, acto seguido, tras una buena conducción de Diego Campo con apertura a Juan Silva que su centro lo despejó la zaga madrileña con nuevamente Álex Castro listo en el punto de penalti para rematar.
Dichas llegadas fueron los dos únicos avisos gimnásticos ya que, de ahí al descanso, el Rayo Majadahonda volvió a gobernar desde el buen juego combinativo. Y por esa vía cerca estuvo de encontrar petróleo, pero se topó con la madera. En su última visita al área gimnástica, Fran Pérez cazó un balón servido desde el costado izquierdo en el punto de penalti y su disparo, algo mordido y con Postigo ya vendido, repelió en un poste que salvó a la Segoviana de irse por detrás al descanso.
Tras el paso por vestuarios, los papeles cambiaron. Iñaki Bea agitó el banquillo con un triple cambio que dio entrada a Peke, Iker y Manu, sustituyendo a Pino, Alonso e Ivo, y más tarde, pasada la hora de juego, realizó un carrusel de hasta seis sustituciones adicionales que dieron otro aire al conjunto gimnástico. La respuesta fue inmediata: la Segoviana ofreció una versión mucho más reconocible, con más presencia en campo rival, mayor criterio en la circulación (con un Diego Campo cada vez más influyente) y una presión bien coordinada que desdibujó a un Majadahonda ya sin tanta presencia en el área de Postigo.
Golpe por golpe
En ese contexto, llegó el premio. Primero fue un aviso de Álex Castro, que volvió a inquietar dentro del área con un disparo bloqueado por un defensor. Pero en la siguiente jugada, el balón sí encontró destino. En un saque de esquina prolongado al segundo palo, Juan Silva la puso con inteligencia al corazón del área y Castro, oportuno y letal, remató de primeras con un toque sutil para hacer el 1-0 y firmar su tercer tanto en tres partidos.
La Segoviana no se conformó tras el gol, pero poco duró la alegría gimnástica. En una acción aislada, el conjunto madrileño encontró el empate gracias a Cheikh que aprovechó un despiste defensivo para fabricarse la jugada en solitario y, algo escorado en el área, batir a Li con un disparo raso con pierna izquierda que se coló entre sus piernas. 1-1. Con los últimos quince minutos por disputarse, la principal novedad para la Segoviana fue el debut de Ayán Galván, que dejó buenos detalles técnicos y personalidad en cada intervención, mientras que en el otro área, el Rayo Majadahonda tuvo una ocasión clara para llevarse el triunfo por medio de un disparo desde la frontal de Plomer, ajustado pero sin demasiada fuerza, que Li resolvió con una buena estirada.
De esta manera, el Trofeo Diputación de Segovia tuvo que resolverse desde los once metros. Como ya sucedió ante el Real Madrid C, la tanda de penaltis fue esquiva para los azulgranas, que volvieron a ceder tras los errores de Dani Torres y Ayán Galván dejando nuevamente al equipo de Iñaki Bea sin recompensa final y al Rayo Majadahonda proclamándose ganador del título. Así, la Segoviana cerró su tercer partido de preparación sin poder conocer una victoria que buscará el próximo sábado cuando afronte su cuarto examen recibiendo en La Albuera (11:00 horas) la visita del CDA Navalcarnero.
