El Caja Segovia se impuso con mucha facilidad de la segunda ronda a un Arcebansa Zamora que no fue rival. La gran diferencia fue la intensidad entre dos equipos que militan en categorías muy diferentes. Los visitantes no dieron opción a la sorpresa tras adelantarse en el marcador en el segundo minuto de juego y sentenciaron el encuentro antes de llegar el descanso. Carlos Alberto consiguió el gol del honor de su equipo y levantó a la afición local que nunca se dio por vencida y apoyó a su equipo hasta el final.
El Caja Segovia, mediante a balón parado y errores propios del Zamora algo nervioso en la primera mitad, le permitió que cuando se cumplía solamente dos minutos ya mandara en el marcador.
Esquerdinha, en el minuto 2, aprovechaba una jugada al pívot para girarse de forma brillante y batir a Palomo por debajo de las piernas. El cuadro local trató de rehacerse del tempranero gol, pero en una jugada a balón parado Sergio Lozano fusiló desde fuera del área la portería zamorana.
El Arcebansa le puso las ganas, el corazón y el empuje pero la diferencia se siguió haciendo patente sobre la cancha del pabellón Ángel Nieto. El 0 a 3 de Geison antes de cumplirse el minuto 10 de la primera mitad supuso casi ya una pesada losa difícil de levantar. De nuevo el gol llegó a balón parado.
Y cuando parecía que el Zamora se asentaba y frenaba la intensidad de juego de su rival un defectuoso despeje de Palomo rebotó en Esquerdinha en lo que supuso el 0 a 4. Con ese marcador se llegó el tiempo de descanso.
La diferencia era muy clara en el electrónico y la intensidad de juego fue lo que decantó la balanza.
Tras el paso por los vestuarios, Zamora trató de reaccionar alentado por su público que llenó el pabellón Ángel Nieto. Sin embargo, un gol de Sergio Lozano tras un saque de banda, rebajó la presión del Municipal en el primer minuto de juego de este periodo. Pese a ello, el fútbol sala Zamora continuó peleando y Carlos Alberto puso el gol del honor tras un robo de balón en el centro de la pista. Fueron los mejores minutos del conjunto local.
Pero el Caja Segovia sacó a relucir su calidad y su clase de equipo de División de Honor y supo gestionar a la perfección los momentos más intensos del choque en los que Zamora llegó a pegar hasta dos palos. Pero la reacción local duró apenas seis minutos, lo que le aguantaron las fuerzas. A la media hora de juego, Borja puso el 1 a 6 definitivo que terminó de liquidar el choque.
Los últimos diez minutos, fueron un mero trámite en los que Caja Segovia se dedicó a tocar el balón y el fútbol sala Zamora se vio incapaz de recortar diferencias. Al final del encuentro, el público despidió a los dos equipos con una gran ovación.
