Osmel Montiel tiene 24 años, estudió administración de empresas y se dedica a la contabilidad, y actualmente opta al título de Míster Segovia 2025.
— ¿Cómo llegaste a ser Míster Segovia?
— Llegué a ser Míster Segovia gracias a una combinación de trabajo, constancia y motivación, lo cual llevó a que la organización pusiera su foco en mí y me propusieran representar a Segovia en este prestigioso certamen. Siempre me ha gustado mantenerme en forma y trabajar en mi crecimiento personal, pero fue la insistencia de amigos y familiares lo que me animó a dar el paso e inscribirme en el certamen. Desde el primer momento me lo tomé con mucha seriedad, preparándome física y mentalmente para dar lo mejor de mí en cada fase del concurso.
— ¿Qué significa para ti representar a Segovia en este tipo de concursos?
— Representar a Segovia es un verdadero honor. Es una ciudad con historia, belleza y tradición, y poder llevar su nombre a un certamen a nivel regional o nacional es una gran responsabilidad. Más allá de la imagen, me gusta pensar que también represento los valores, la cercanía y el carácter de la gente segoviana.
— ¿Cómo ha cambiado tu vida desde entonces?
— Desde que fui elegido Míster Segovia, mi vida ha dado un giro positivo. He tenido la oportunidad de participar en eventos, campañas y colaboraciones que nunca imaginé. Pero más allá de lo profesional, ha sido una experiencia que me ha hecho crecer a nivel personal. Me ha dado más seguridad, me ha enseñado a desenvolverme en diferentes ámbitos y me ha permitido conocer a personas increíbles.
— ¿Cuál crees que ha sido tu mayor virtud?
— Creo que mi mayor virtud ha sido la disciplina. La constancia en el entrenamiento, el cuidado personal, y también el compromiso con cada reto que se presenta, el ser fiel a mi forma de pensar, la confianza y seguridad también puede considerarse una de mis virtudes. No basta solo con tener una buena presencia física, también hay que ser responsable, empático y auténtico.
— ¿Qué tipo de rutina sigues?
—Sigo una rutina bastante estructurada. Entreno 4 o 5 días por semana, combinando fuerza, cardio y flexibilidad. También cuido mucho mi alimentación, sin obsesionarme, pero manteniendo un equilibrio. Además, intento sacar tiempo para leer, desconectar, y cuidar también mi salud mental, que considero igual de importante.
— ¿Cómo es un concurso de belleza desde dentro?
—Desde dentro, un certamen de belleza es muy exigente. Hay muchas horas de preparación, ensayos, sesiones de fotos, pruebas de talento, entrevistas… No es solo lo que se ve en el escenario. Es un proceso donde se valora mucho la actitud, la capacidad de comunicación, el compañerismo y el saber estar. Es intenso, pero también muy enriquecedor.
— ¿Qué papel juega la preparación física? ¿Y la mental?
—Ambas son fundamentales. La preparación física es importante porque es una carta de presentación, pero la mental es lo que realmente te hace destacar. Hay que saber gestionar la presión, mantener la motivación, estar centrado y tener una buena actitud. El equilibrio entre cuerpo y mente es clave para rendir bien y disfrutar de la experiencia.
— ¿Crees que los certámenes de belleza han evolucionado?
—Sí, sin duda. Antes se centraban mucho más en la estética, pero hoy se valora más el perfil completo: la personalidad, los valores, el compromiso social, la capacidad de comunicar y de influir positivamente. Se busca un representante que inspire y que tenga algo que aportar, más allá de la imagen.
— ¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo?
—A corto plazo, quiero seguir formándome, aprovechar al máximo las oportunidades que me está brindando este título y continuar desarrollándome en el ámbito de la moda y la comunicación. A largo plazo, me gustaría combinar este camino con proyectos personales que me apasionan, como el emprendimiento, el deporte y la promoción de hábitos de vida saludables.
— ¿Tienes algún agradecimiento especial?
—Sí, tengo mucho que agradecer. En primer lugar, a mi familia y amigos, que siempre han creído en mí y me han apoyado incondicionalmente. También a la organización del certamen, por confiar en mí y darme esta oportunidad. Y, por supuesto, a todas las personas que me han mostrado su apoyo desde el principio, porque sin ellos, nada de esto tendría sentido.
