El incendio originado en la noche de este lunes entre Mombeltrán y Cuevas del Valle (Ávila), declarado de nivel 2 de alerta del plan de emergencias debido a la proximidad de las llamas al casco urbano, se llevó este martes la vida de un peón manguerista que sufrió un accidente con su coche cuando acudía a participar en las labores de extinción (en una de sus jornadas de descanso).
El fuego ha calcinado ya más de 600 hectáreas. Además, obligó a cortar la N-502 y a ordenar un confinamiento parcial del municipio, con alrededor de 50 vecinos afectados, que pudieron regresar a sus domicilios durante la jornada. Todo apunta a que el fuego es intencionado, por la hora a la que se produjo y el lugar; una pista forestal muy secundaria “por la que pasan realmente muy pocos vehículos”, como señaló el alcalde de la población, Francisco Hernández.
Sobre las 20 horas de este martes trabajan más de un centenar de medios para su extinción. El director técnico del operativo, Ángel Iglesias, señaló que el matorral que “crece en el Valle del Tiétar genera una cantidad de combustión tremenda”.
El fuego se dirige ahora hacia el término municipal de El Arenal, cuyos vecinos “pueden estar tranquilos con esta situación”, dijo Iglesias. Se han establecido unas líneas de perimetración del incendio que están “incluso bastante más cerca del frente de llama de lo que se pensaba en principio”. Iglesias explicó que ahora trabajan en la consolidación de ese perímetro, integrado por caminos, pistas forestales y alguna carretera asfaltada, “para tratar de estabilizar el fuego en esos límites”. “El fuego no está estabilizado pero tenemos pocas zonas de frente de llama activas, aunque hay todavía bastante.
De cara a las previsiones para esta noche, se ha registrado un cambio de dirección del viento, lo que propiciará dificultades en el flanco izquierdo, en la zona sur del incendio, a dónde se desplazan dos bulldozer y bastante personal de tierra haciendo labores de anclaje”.
“Somos relativamente optimistas dentro de lo que puede ser una situación como esta”, sentenció Iglesias, quien señaló que cuando la orografía, el combustible y el viento “se alinean la dificultad es extrema”. “Ahora, en ninguna zona del perímetro están los tres factores alineados, con lo que es una buena oportunidad de trabajo, y de cara a la noche ocurre algo parecido”.
