El hexacampeón en París apenas tuvo problemas y decantó el encuentro a su favor tras encadenar once juegos consecutivos, y desplegó, sobre todo en el tercer parcial, su mejor tenis para seguir con paso firme hacia su séptima Copa de los Mosqueteros.
El manacorí sigue afinando su puesta a punto sobre la arcilla roja parisina, donde se está mostrando de momento bastante sólido, aunque todavía no ha tenido ningún examen de demasiado nivel. Así, sus dos primeros partidos los ha solventado sin ceder ningún set, sin pasar demasiado tiempo en pista y perdiendo únicamente once juegos ante Simone Bolelli y un Istomin, que acabó rendido ante el vendaval de su rival.
Y es que la mejor versión del número dos del mundo se vio en el tercer parcial, donde rozó la perfección según las estadística al no cometer ningún error no forzado y firmar hasta diez golpes ganadores para desarbolar a un tenista uzbeco que se quedó clavado en su ventaja de 1-2 en la segunda manga.
Nadal jugó como más le gusta, con ‘breaks’ tempraneros que le permitieron solventar sin apuros los pocos problemas en los que le puso Istomin. Sin embargo, tras cerrar el primer parcial por 6-2, pasó un momento de despiste, que se tradujeron en opciones de ‘break’ para su rival en el cuarto y sexto juegos, que finalmente el español acabó por salvar, en las dos únicas opciones que tuvo en contra.
Murray, adelante con problemas. Destacaron los problemas del escocés Andy Murray, que tuvo que remontar ante el finlandés Jarkko Nieminen para seguir avanzando en Roland Garros, aunque sus problemas físicos le lastraron.
