El Adelantado de Segovia
sábado, 6 diciembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

La Reina sin corona

por Redacción
24 de septiembre de 2013
en Internacional
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

La última curva

Mercadona logra más de 162.000 euros en donaciones para la Gran Recogida de Alimentos

El Puente de Simancas es declarado BIC con categoría de Monumento

El viernes por la mañana era fotografiada en un supermercado de Berlín haciendo compras con gesto distraído. El domingo por la tarde, Angela Merkel se convertía en mito. Con su arrollador triunfo en las elecciones, la canciller alemana abre una nueva era política en su país y ya es historia viva del siglo XXI.

Es posible que la conservadora de 59 años siga generando tanta admiración como rechazo dentro y fuera de Alemania. Pero seguidores y detractores coinciden: la dimensión de su victoria la eleva a un Olimpo de cancilleres que hasta ahora solo tenía lugar para los también cristianodemócratas Konrad Adenauer y Helmut Kohl.

República Merkel, tituló el semanario alemán Der Spiegel, según el cual «Alemania ya es definitivamente el país Angela Merkel». «Ésta es la edad de Merkel», consideró el británico The Guardian. El francés Le Figaro observó que «la canciller tiene la ambición de hacer historia. Y ahora comienza a escribirla». La sensación de vivir un momento crucial que se apoderó de muchos alemanes a medida que avanzaba el escrutinio de las urnas puede explicarse en datos concretos. Con el 41,5 por ciento de los votos, Merkel llevó a la CDU a su mejor resultado desde 1990, cuando Kohl se convirtió en primer canciller de la Alemania reunificada. Además, arañó la mayoría absoluta, una rareza con un único precedente en el país: la victoria de Adenauer en 1957.

Adenauer, Kohl y Merkel son los únicos mandatarios germanos que ganaron dos reelecciones. Y, además, los tres lo hicieron en momentos adversos y cruciales.

Adenauer sedujo a una Alemania aún traumatizada por la guerra con un lema famoso: Keine Experimente (Nada de experimentos). La orgullosa potencia económica de hoy también tiene su miedo, la crisis que castiga a sus vecinos, y Merkel ofreció el antídoto en un eslogan paralelo al de Adenauer: Alemania es fuerte. Y debe seguir así. Nada de experimentos.

De Kohl, su mentor, Merkel aprendió la mecánica del poder. Pero si el legendario canciller de la reunificación dividía con sus opiniones -y su figura- contundentes y se alimentaba de la confrontación, su pupila lo superó con un estilo difuso y elusivo que la elevó a una popularidad récord en Alemania y anuló a sus rivales sin necesidad de elevar la voz.

Ésa es, finalmente, la contribución de Merkel a la historia política: el poder aplastante que no se percibe como tal, la flexibilidad que debilita cualquier golpe. «Es como si hiciera aikido, el arte marcial que aprovecha el impulso del rival para apartarse y dejarlo caer al vacío», definió el político liberal Wolfgang Kubicki.

Su llegada a la política fue tardía. Merkel tenía ya 35 años cuando entró en la CDU, pero, protestante, inexperta y con un pasado extranjero en la RDA, en solo 10 años se convirtió en la primera mujer en presidir la CDU.

«Sabía lo que quería: llegar a la cima, a la cima total», resumió el líder cristianosocial Horst Seehofer. La «cima total» llegó con la victoria electoral en 2005 que hizo a Merkel la primera canciller mujer en la historia.

«Angela Merkel es la irrupción de las ciencias naturales en la política», la definió la revista Stern en un famoso artículo que apodaba a la política La física del poder por su capacidad para calcular con rigor científico la intensidad y la velocidad de los acontecimientos.

Merkel tomó de la física otro rasgo: su pragmatismo. A diferencia de otras damas de hierro, como la británica Margaret Thatcher, con la que fue comparada, Merkel carece de convicciones inamovibles o de grandes visiones. Sus ideas son como las leyes científicas: meras hipótesis que mantiene hasta que demuestran ser erradas.

La lista de víctimas en la carrera de la mandataria es larga. Merkel fue la primera jefa mujer de la CDU en 2000 tras dejar caer al vacío al propio Kohl. Más que una toma de aikido fue un verdadero parricidio político. Cinco años más tarde, ganaba su primer mandato Era la primera canciller en la historia.

Los socios de su primer Gobierno, los socialdemócratas del SPD, salieron del experimento sumidos en una crisis de la que no se recuperan. También los del segundo mandato que ganó en 2009, los liberales del FDP, que el domingo sufrieron su peor resultado y quedaron fuera del Parlamento

Entre tanto, la misma crisis del euro que tumbó a Ejecutivos de toda Europa fue para ella un arma con la que arrasó frente a sus rivales, descabezó posibles sucesores, se convirtió en la mujer más poderosa del mundo, una reina sin corona.

¿Ambición de poder? Merkel la acepta sin complejos: «Quien quiere hacer política necesita contar con las condiciones necesarias. Es decir, mayorías. Lo que normalmente se denomina opción de poder. Y quien quiere tener mayorías, naturalmente debe luchar».

Nadie lo diría de la política que celebró el triunfo dando tímidos saltitos al grito de «¡Angie, Angie»! Nadie lo diría de la mujer que apenas unas horas antes de los comicios hacía fila pacientemente en un supermercado para guardar su compra en una bolsa roja.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda