Un grupo de amigos, pasión por la música y muchas ganas de compartir. Así comenzó el verano pasado una idea que vuelve a repetirse este año: reunirse para tocar por las calles y plazas de Garcillán.
De esta forma, Julián Martín, Miguel, Jesús, Toñi, José Luis y Eduardo Carlos recorren la localidad segoviana haciendo sonar las guitarras, bandurrias, laudes, percusión y en ocasiones puntuales la dulzaina, sorprendiendo tanto a vecinos como a visitantes.
“Formamos una pequeña rondalla totalmente informal y durante muchas noches de julio y agosto recorremos las calles del pueblo, previa autorización municipal, amenizados las veladas estivales y alegrando a quien nos escucha”, comenta Eduardo Carlos. “La idea de formar este ‘grupo’ surgió después de juntarnos cada verano en casa de un componente y tocar allí, simplemente. Algún vecino que nos escuchó nos animó a hacerlo por el pueblo”, señala.
Y todo ello con un claro objetivo: “divertirnos, haciendo pasar a los vecinos un rato agradable, e invitando a que participen con nosotros”.
En su repertorio incluyen música de Segovia, jotas, romances, etcétera, además de canciones populares. Para ello, previamente se juntan un par de tardes por semana para preparar las actuaciones. “La reacción del pueblo es de lo más agradecido y, además, gratificante para nosotros. Al igual que el pasado verano, la gente ya nos está esperando. Empieza a ser un clásico”, agrega.
“Es algo que llevábamos dentro y que por circunstancias de la vida, trabajo, familia, etc. no lo pudimos plasmar en su día y ahora, todos jubilados o prejubilados, lo hemos sacado de nuestros adentros. Es decir, ahora hacemos lo que verdaderamente nos gusta”.
