‘Tarde para la ira’, que se estrenará el próximo año en las carteleras españolas, supone el primer largometraje de Raúl Arévalo como director.
Con esta actividad, el joven cineasta pasa al otro lado de la cámara, después de haberse consagrado como un gran actor en películas y en series de televisión.
Su trabajo como director supone —asegura— “cumplir mi gran sueño profesional que siempre tuve desde pequeño”. Ahora ve su sueño realizado después de que comenzara a escribir la actual obra hace siete años.
Su debilidad por la provincia de Segovia la ha demostrado al enfocar la parte principal del rodaje en Martín Muñoz de las Posadas y el Melque de Cercos. Este escenario segoviano tiene su antecedente con Raúl Arévalo, a quien el año pasado se le pudo ver con otro gran largometraje, como fue ‘Las ovejas no pierden el tren’, que se grabó en Valdeprados.
Raúl Arévalo apuesta así por la tierra de procedencia de su familia y por el medio rural segoviano como un escenario ideal. Asegura que se siente cómodo en este terreno. “Es fácil trabajar aquí, en Martín Muñoz de las Posadas, porque es el pueblo de mis padres, donde he pasado mi infancia. Segovia es la ciudad de la luz, y la gente es encantadora”, asegura.
De sus vecinos no tiene más que palabras de elogio. “Alucinan con el despliegue que hay aquí, y se nota la parte emocional. Ellos —los vecinos y los figurantes— se implican, quieren que salga todo bien; y así es mucho más fácil trabajar”.
Igualmente se refiere a otros emplazamientos como Nava de la Asunción, “que conozco bien por salir de fiesta y pasar muchos ratos, ir de compras… por aquí me siento como en casa”, añade.
También valora su cercanía con otro segoviano de pro, el actor Luis Callejo, con el que trabaja codo con codo. “Con Luis y Antonio de la Torre estoy muy contento. De hecho empecé a hacer esta película pensando en ellos. Este proyecto casi puedo decir que lo he hecho pensando en ellos como actores, y otros que también me acompañan”.
Sobre su trayectoria profesional, Arévalo no destaca ninguna en concreto que le haya marcado o supuesto un antes y un después. A pesar de que muchas son las que le han consagrado en el séptimo arte y le han valido importantes reconocimientos, como el ganador del Goya de 2009 a la mejor interpretación masculina de reparto por su papel en la película ‘Gordos’, o las nominaciones en ‘La isla mínima’, en ‘Primos’, en ‘Los girasoles ciegos’ o en ‘Siete mesas de billar francés’. “He tenido momentos muy importantes en todas estas películas”, asegura.
Respecto a sus próximos proyectos, Arévalo asegura que finalizar el montaje le llevará todo el resto del año. Y luego se planteará “alguna otra cosa”. Pero además compaginará este papel de director con el de uno de los personajes de la serie de Antena 3, ‘Velvet’, que se encuentra en su tercera temporada.
Finalmente, y sobre el futuro del mundo del cine, Raúl Arévalo echa de menos un mayor apoyo por parte de las administraciones.
“El futuro del mundo del cine no es fácil. Si no hay un apoyo a la cultura y al cine como el que existe en otras industrias, no es fácil levantar un proyecto”. “Como director novel tengo que decir que es complicado llevar a cabo una película”. “En España hay grandes actores y grandes directores que están peleando duro por hacer cine, pero no resulta fácil. Lo positivo es que la gente se vuelca y hacen grandes esfuerzos. Habrá grandes películas este año y el próximo, pero las ayudas de los gobiernos son muy escasas y no parece que haya mucha intención de mejorarlo”, se lamenta.
Numerosos figurantes de la zona.- El rodaje de ‘Tarde para la ira’ ha supuesto en la zona oeste de la provincia todo un acontecimiento cultural y social. Son numerosos los figurantes de toda la zona que participan en el rodaje que finalizará este viernes. Los propios vecinos se han visto sorprendidos por el amplio despliegue que supone la grabación de un largometraje.
Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, la primera película de Arévalo como director también cuenta con otro rostro segoviano conocido, la del actor Luis Callejo, como uno de los protagonistas. Luis Callejo encarna el papel de Curro, en esta historia de venganzas y de la violencia del ser humano.
Curro es el único detenido en el atraco a una joyería. Ocho años después, Ana, su novia, espera, junto al hijo de ambos, que Curro salga en libertad. Tras cumplir su condena, Curro sale de la cárcel con la ilusión de empezar una nueva vida junto a Ana. Pero todo ha cambiado en muy poco tiempo. Curro se encontrará con una mujer confundida, y con un hombre, José, que le romperá todos los esquemas. No puede imaginarse hasta que punto Jose va a cambiar sus planes. El desconocido le obligará a enfrentarse a viejos fantasmas del pasado. Los dos hombres emprenderán un extraño y trepidante viaje de tres días; una ruta de violencia que les obligará a convivir, a jugar una partida en constante confrontación, que les hará entenderse inevitablemente.
En definitiva, se trata de un thriller-dramático, con un argumento y estructura llenos de intriga, que enganchan al espectador al que atrapa y cautiva, aunque por momentos incomode y duela, señalan desde la empresa productora.
