La Clásica Castilla y León se prepara para celebrar el próximo 27 de julio su 39ª edición con un recorrido de gran exigencia y belleza que unirá la localidad vallisoletana de Laguna de Duero con el histórico Castillo de Peñafiel. Organizada por el Club Ciclista Cadalsa, esta tradicional prueba del calendario nacional reunirá a varios de los mejores equipos del ciclismo profesional, tanto nacionales como internacionales, que buscarán la victoria en una de las competiciones más representativas del ciclismo castellano y leonés que tendrá un recorrido de 201 kilómetros.
Los primeros desafíos no tardarán en llegar, con la ascensión a La Parrilla (1,7 km al 6,6%), una cota de tercera categoría situada en el kilómetro 16 que servirá para seleccionar al grupo de favoritos. Más adelante, en el kilómetro 53, los corredores deberán superar La Planta (1,8 km al 4,9%), también de tercera categoría, tras haber atravesado localidades como Montemayor de Pililla y Aldealbar, que vibrarán al paso del pelotón.
Después de este primer tramo montañoso, el recorrido se suaviza durante algunos kilómetros, atravesando el corazón de la Ribera del Duero, con pasos por municipios como Valbuena de Duero, Pesquera y Rábano, hasta llegar al primer sprint intermedio del día en Peñafiel, situado en el kilómetro 86.
Superado el ecuador de la etapa, el pelotón se adentrará en territorio segoviano para afrontar la última dificultad montañosa puntuable: el puerto de Fuentidueña (1,6 km al 6,4%), también de tercera categoría, tras una larga aproximación desde Sacramenia. Este ascenso marcará el inicio de la fase decisiva de la jornada. Con las piernas ya castigadas por los casi 150 kilómetros acumulados, los ciclistas deberán mantener la concentración en la parte final del recorrido, que estará marcada por una sucesión de repechos y carreteras sinuosas.
El segundo sprint intermedio estará ubicado en Cuéllar, en el kilómetro 143, antes de encarar el tramo final con pasos por Vallelado, Viloria, un nuevo cruce por Aldealbar y la localidad de Langayo. El colofón de la jornada será un final en alto frente al Castillo de Peñafiel, uno de los enclaves más icónicos del patrimonio castellano. Allí, las rampas que conducen a esta fortaleza medieval servirán como escenario para afrontar el desenlace final de la Clásica Castilla y León.
