La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza hizo historia ayer en Wimbledon, tercer ‘Grand Slam’ de la temporada, al meterse en la primera gran final de su carrera después de imponerse a la polaca Agnieszka Radwanska (6-2, 3-6, 6-3), y peleará por el título ante la número uno, Serena Williams.
En su tercera participación en Wimbledon, la joven jugadora de 21 años alcanzó un logro que el tenis femenino español no alcanzaba desde hace tres lustros: disputar una final de ‘Grand Slam’, desde el Roland Garros de 2000, donde la nueva capitana de Copa Davis, Conchita Martínez, sucumbió en la final ante Mary Pierce.
“No tengo palabras para explicarlo. Es un sueño, pero quiero ganar este torneo y debo concentrarme la final”, dijo Muguruza nada más acabar el encuentro, consciente de que mañana tendrá la oportunidad de levantar un trofeo que sólo conquistó Conchita Martínez en el tenis femenino español.
Plena de agresividad hasta acumular 39 golpes ganadores, la de Caracas salió como un ciclón a la pista central del All England Tennis Club y arrolló a Radwanska, que soñaba con alcanzar su segunda final en Londres tras perder la de 2012. Así, en menos de una hora ya se embolsó el primer set y dominaba por 3-1 el segundo, pero la clasificación no fue tan fácil.
Con todo a favor, se puso “realmente nerviosa”, tal y como reconoció posteriormente, y empezó a encadenar errores ante una jugadora experta en exprimir la debilidad de su rival. Radwanska se apuntó seis juegos consecutivos para igualar el duelo y abrir el tercer set con un ‘break’, mostrando su mejor cara.
La española reaccionó justo a tiempo, devolviéndole la rotura de servicio (1-1), y durante tres juegos ambas conservaron con solvencia su saque, conscientes de que un desliz a esas alturas de partido podía resultar fatal. Fue entonces cuando Muguruza recuperó la agresividad del set inicial para sumar su quinto ‘break’ y dejar encarrilado su pase a la final (5-2).
Sin embargo, aún tuvo que superar un último obstáculo en el juego final, cuando Radwanska se revolvió y dispuso de dos puntos de rotura que hubieran equilibrado el partido. Pese a sus 21 años, Muguruza mostró templanza para resolver la situación y sellar el mayor éxito de su aún corta carrera.
Mañana, la de Caracas se jugará el título ante la número uno mundial, la estadounidense Serena Williams, que despachó a la rusa Maria Sharapova rápidamente en dos sets (6-2, 6-4).
