Hay dos monumentos que no debes perderte si vas a Prádena. La Iglesia de San Martín de Tours y la Ermita de San Roque. San Martín es un templo de dimensiones monumentales construido a finales del siglo XVIII, pero cuyas obras no finalizaron hasta mediados del siglo XX. La influencia del arte neoclásico queda patente en la fachada principal y en la austeridad de la decoración interior. Alberga un importante conjunto de obras escultóricas y pictóricas.
La fachada principal se alza a los pies de la nave. Construida en sillería bien labrada, los elementos más destacables son la puerta adintelada y el austero frontón del remate. A un lado se adosó la torre de tres cuerpos, donde se colocaron las campanas de la antigua parroquia. Ya en el interior, el coro se dispone sobre el ingreso. En él se conserva el órgano, obra de principios del XVIII.
El retablo mayor es de estilo neoclásico y alberga la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de Prádena. Entre las obras pictóricas, destacan ocho cuadros que forman un conjunto incompleto de los Apóstoles. Fueron donados por un clérigo de Valencia nacido en Prádena, Manuel Alfaro Benito.
Aparecieron numerosos enterramientos, entre los que llamaron la atención del buen párroco unas sepulturas antropomorfas excavadas en la roca, que ahora sabemos se corresponden con la primera repoblación de la zona en el siglo X. En 1798 finalizaron las obras principales.
Por su parte, la ermita de San Roque es un templo sencillo, seguramente edificado a caballo entre los siglos XVI y XVII, cuando una epidemia de peste asoló estas tierras. A finales del siglo XVIII fue sede provisional de la parroquia, mientras se construía la nueva la iglesia de San Martín.
San Roque es el patrón de los enfermos de peste. Su devoción está muy extendida en toda la comarca. Muchas son las ermitas bajo su advocación, generalmente situadas en las afueras de las poblaciones, junto a los caminos. Sus imágenes, esculturas o pinturas, son casi omnipresentes en los templos segovianos.
Aparecieron varios enterramientos, y llamaron la atención unas sepulturas antropomorfas excavadas en la roca, que ahora sabemos se corresponden a la primera repoblación de la zona en el siglo X los que las llevan
Sabemos ahora por las crónicas que una epidemia de peste causó estragos en la zona a finales del siglo XVI. Desconocemos la incidencia en Prádena, pero en Sepúlveda murió el trece por ciento de la población en quince días. En el frente del presbiterio se sitúa el retablo mayor de estilo barroco y organizado en tres calles. A un lado del altar se encuentra la imagen de San Roque, que por la forma de representar sus vestiduras podrá ser de finales del siglo XVI.
Y tras la cultura, la diversión. Una manera fácil y natural de divertirse en las fiestas de Prádena es participar, ponerle ganas, y lo demás vendrá rodado. Son los vecinos quienes con sus peñas y sus actos animan la celebración y acogen con cariño a todos los que quieren compartir la celebración. El primer fin de semana de julio tienes una cita obligada con las fiestas del Sagrado Corazón en Prádena.
