Los trabajos de construcción del Centro de Investigación de Acuicultura de Segovia, que se ubica en el antiguo silo del Sempa, en la carretera de Arévalo, se encuentran en plena fase de desarrollo y evidencian la estructura que tendrá el futuro edificio.
La empresa que está llevando a cabo las labores es la UTE formada por Coansa, Aquaconsultant y Ciopsa, a la que se le adjudicó la obra por casi 2,3 millones de euros. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de doce meses, por lo que se prevé que estén acabados en los primeros meses del próximo año,
El pasado mes de febrero, la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, anunció el inicio de las obras.
El centro de investigación está impulsado por la Consejería de Agricultura y la empresa Dibaq, y fue presentado en Segovia a finales de 2008 por la consejera Silvia Clemente, en un acto en el que participaron los propietarios de las principales piscifactorías de Castilla y León.
El proyecto que maneja la Consejería de Agricultura para Segovia permitirá investigar en la alimentación de especies de peces del medio marino y de la red fluvial de agua dulce. Con su laboratorio, que formará parte de las instalaciones repartidas en 1.500 metros cuadrados, se podrá avanzar en las nuevas dietas de pienso y realizar ensayos de nutrición para peces de agua dulce como la trucha arco-iris, la carpa, la pilapia, el esturión o la tenca.
De agua salada se podrán estudiar especies como el langostino, dorada, besugo, rodaballo, lubina, corbina y lenguado. Pero también se trabajará sobre especies de cultivos sobre las que actualmente se investiga como el pulpo, besugo, atún, mero, parga, la vieira, almezas, ostras, centollo, el erizo de mar o el bogavante.
Al final se habrán invertido más de 2,5 millones de euros en todo el complejo. El complejo se está llevando a cabo en las instalaciones del antiguo silo de cereal del extinguido Sempa, cerca del río Eresma. Este inmueble fue transferido a la Junta de Castilla y León desde el Ministerio de Agricultura. El proyecto de la Junta mantiene su intención de conservar la estructura del actual edificio, que cuenta con protección urbanística, y el que acogerá las oficinas anexas.
