Atajo, la iniciativa arqueológica del profesional en la materia Iván Aguilera, que trabaja en yacimientos ubicados en la cuenca alta de los ríos Moros y Voltoya, en el término municipal de El Espinar, ha acentuado su aportación a la reconstrucción del pasado. Esta vez, lo ha hecho danto a conocer la talla hecha en caliza de un inédito escudo heráldico representativo de los Reyes Católicos.
Si bien desde hace casi una década, con la experiencia y formación acreditadas, se acomete en el término espinariego una revisión de la evolución de su paisaje mediante metodología arqueológica, centrada en el nacimiento del urbanismo durante la protohistoria y el uso de la guerra dentro del proceso de aculturación de la Roma clásica, esta novedosa contribución viene a reactivar en paralelo la historia bajomedieval de este espacio y a subrayar, otra vez, su condición estratégica a lo largo del tiempo.
Así, ubicado en el paramento del puente conocido en el siglo XVIII como ‘El Segoviano’, y frente a un bajorrelieve de temática e inscripción góticas, este escudo no solo permite confirmar el verdadero origen del citado puente. En opinión del investigador, por su vínculo con una vía de comunicación convergente en el llamado Camino del Alfoz, “se podría inferir un guiño de la institución monárquica tras la sentencia de 1493 al inmediato caserío de Prados, afamado en la historiografía como una de los islotes más tempranos del cáncer nobiliario dentro de la comunidad de Segovia”.
La investigación de la pieza, en la que puede apreciarse el águila de San Juan de fondo, comenzó con el diseño del itinerario didáctico ‘Los bosques galería: entre presas, caceras y molinos’, allá por el 2017 y de la mano del proyecto ‘Presume de pueblo’ concebido por González Gala. Si bien su identificación, con paralelos en las iglesias conventuales de la Santa Cruz de Segovia y Santo Tomás de Ávila, ha sido posible ahora gracias a la colaboración desinteresada de Carlos Parrilla Alcaide, diplomado en genealogía, heráldica y derecho nobiliario.
En ella ha participado otro personal técnico de cara a la lectura de paramentos, la reconstrucción fotogramétrica, el diagnóstico de conservación, etc., lo que ha posibilitado argumentar una urgente intervención con la que, tras recuperar potenciales restos y complementar la datación de la infraestructura que lo ostenta, proceder a la obligada salvaguarda del conjunto.
SIN RESPUESTA ADMINISTRATIVA
Sin embargo, reciente el 550 aniversario de la proclamación de Isabel I como reina de Castilla o que la protección de este tipo de ejemplos histórico-artísticos se puede remontar a una ley del año 1963, esta sugerencia parece haber quedado también en el tintero de la administración pública. Y es que desde el programa Atajo declaran no tener constancia aún de ningún tipo de respuesta a la comunicación registrada el pasado 7 de marzo de 2025 y tampoco de una visita desde el Servicio Territorial de Cultura de Segovia a la piedra armera documentada.
“Lamentamos que sea el silencio de nuevo la praxis que merezca el esfuerzo investigador sobre este escenario de cordillera, en gran medida, puerta de entrada de la propia comunidad autónoma”, comentaba Iván Aguilera.
Así pues, y a pesar de lo insólito de la pieza o el deterioro que manifiesta, sigue pendiente el respaldo oficial desde El Espinar para acometer una prospección arqueológica sistemática en la zona que pueda permitir conocer más del descubrimiento.
