Al son de ‘The best’, la inolvidable balada roquera de Tina Turner, interpretada por la soprano leonesa Rut Marcos, se inauguró la 41 ceremonia de entrega de los Premios Castilla y León, unos galardones previstos inicialmente para el 22 de abril, que fueron aplazados tras el fallecimiento, un día antes, del papa Francisco.
La Comunidad pudo, por fin, reivindicar el talento de “los mejores de los nuestros”, en un acto ágil y con momentos especialmente emotivos, donde el galardonado en la categoría de las Letras, Juan Antonio González Iglesias, habló en nombre de los premiados y reivindico una mirada poética al mundo.
Rut Marcos fue la encargada de levantar el telón, acompañada por su paisana, la pianista Raquel Sutil. Juntas dieron vibrante vida a un fragmento de ‘La Dolores’, ópera compuesta a finales del siglo XIX por el compositor salmantino Tomás Bretón, y su actuación dejó paso a los maestros de ceremonia, la abulense Patricia Carrera y el segoviano Sergio Perela, ambos periodistas.
Destacaron que “Castilla y León es arte, deporte y nobleza”, además de ser “tierra acogedora, comprometida con los valores humanos y sociales que hoy se reconocen”. Suya fue la tarea de ir presentando a los galardonados de este año, “referentes en sus respectivos ámbitos y ejemplos a seguir”.
Apología de las humanidades
En su intervención en nombre de los premiados, González Iglesias reivindicó la “lógica poética” en una época tan “prosaica” como la actual, y trazó una cadenciosa “apología de las humanidades” en un discurso donde citó, entre otros, a Marco Aurelio, para pedir a los presentes “no alentar las divisiones entre los ciudadanos”.
El encargado de cerrar el acto fue el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, con un discurso en el que defendió la estabilidad en la Comunidad ante “los convulsos momentos que vivimos”, además de apelar a la unidad para hacer una Castilla y León “ambiciosa, orgullosa y con valores” y desechar el “pesimismo ancestral y los sentimientos derrotistas o funestos”. El líder del Ejecutivo autonómico tuvo además un recuerdo para los mineros fallecidos en la mina de Cerredo.
Entre las autoridades presentes en la ceremonia se encontraban el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán; el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; la vicepresidenta y consejeros del Gobierno autonómico, los expresidentes de la Junta Demetrio Madrid y Juan José Lucas; y otras personalidades.
Los premiados
La ingeniera industrial y doctora en Robótica Elena García Armada fue la primera en recibir su galardón, en la categoría de Investigación Científica y Técnica e Innovación, una distinción que le llegó “por su labor transformando la investigación y la creatividad en salud y calidad de vida”. A continuación, la artista plástica y audiovisual vallisoletana Dora García, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2021, recibió su distinción en la modalidad de las Artes, como “un referente del arte contemporáneo a nivel internacional”.
El tercero fue Juan Antonio González Iglesias, a quien los presentadores definieron como “un poeta alejandrino posmoderno”. El poeta, traductor y docente salmantino fue merecedor del reconocimiento “por la densidad, relevancia y firmeza de su trayectoria poética”. Los leoneses Sara García Alonso y Pablo Álvarez Fernández, premiados en la categoría de Ciencias Sociales y Humanidades, fueron los únicos que por motivos profesionales no pudieron desplazarse hasta Valladolid y fue la madre de García quien recogió la distinción. Los dos fueron seleccionados en 2022 como astronautas de la Agencia Espacial Europea para la realización de misiones de exploración en el espacio, y el jurado valoró “el compromiso de estos dos profesionales con la divulgación de los aspectos éticos, sociales, antropológicos e incluso jurídicos y políticos que plantea la exploración espacial”.
Acto seguido fue el turno del entrenador soriano Enrique Pascual Oliva, ‘mentor’ entre otros de Abel Antón, Fermín Cacho o Reyes Estévez, premiado en la categoría de Deporte, por ser “un elemento clave en la promoción del atletismo en la provincia de Soria y en Castilla y León, proporcionando excepcionales resultados deportivos en competiciones olímpicas, nacionales e internacionales”. Y tras él, el protagonismo fue para la salmantina María Caamaño Múñez, que a sus doce años es responsable del proyecto solidario ‘La Sonrisa de María’, que busca recaudar fondos destinados a la investigación contra el cáncer, además de brindar apoyo a los enfermos y sus familiares.
La ovación del día fue para la pequeña, que padece sarcoma de Ewing y que salió al escenario acompañada de su hermana Esther, aferrada a un peluche y con una contagiosa sonrisa. Y por último, Íñigo Gamazo, de la ganadería ‘El Raso de Portillo’ recibió el galardón de Tauromaquia “por sus raíces históricas”, que se remontan a la Baja Edad Media, por lo que es considerada una de las ganaderías bravas más antiguas de España.
