Representantes de la Sociedad Filarmónica de Segovia y de la Fundación Nicomedes García Gómez presentaron ayer la décimo séptima edición del Ciclo de Primavera, con tres espectáculos que patrocina la fundación, y que tiene como novedad la inclusión de un espectáculo de danza.
La presidenta de la Sociedad Filarmónica, Carmen Gruber, acompañada por miembros de su junta directiva, presentó un programa que comienza hoy mismo, 23 de febrero, con el grupo Harmonie XXI interpretando la ‘Gran Partita’ de Mozart, una obra difícil de escuchar en concierto, ya que requiere una formación muy peculiar, con doce instrumentos de viento y un contrabajo.
El segundo concierto, el 9 de marzo, estará a cargo del pianista chino Lu Shen, al que la Filarmónica de Segovia ha contactado tras su éxito en el Concurso de Piano de Campillos (Málaga) y que, con varios premios internacionales en su haber, se desplazará a España expresamente desde Boston para este concierto.
Por último, el 30 de marzo, el Conservatorio Profesional de Danza Fortea, de Madrid, ofrecerá una gran gala de danza, de la mano de sus alumnos, un espectáculo que por su duración comenzará una hora antes de lo habitual en las sesiones de la Filarmónica, a las siete y media de la tarde. Como todos los espectáculos del ciclo, tendrá como escenario el Teatro Juan Bravo.
Carmen Gruber destacó que la Filarmónica pone en este ciclo “la misma ilusión que cuando comenzamos, hace 17 años”, a la vez que recalcó la importancia que para la Sociedad, que cumple ya 92 años, tiene esta ayuda de la Fundación Nicomedes García Gómez. “Que ellos financien estos conciertos nos permite liberar fondos propios para el resto de la temporada, que el año pasado incluyó 17 conciertos y que se financia con la cuota anual de los socios, de 120 euros”.
La presidenta de la Sociedad Filarmónica recordó que actualmente tienen casi 300 socios individuales y unos 55 corporativos, entre los que destacan los alumnos de distintos institutos segovianos o del Conservatorio Profesional de Música. Carmen Gruber destacó la importancia de que las nuevas generaciones se vayan interesando por “asistir a conciertos en salas, más allá de la actividad educativa del centro, porque ellos son los oyentes de música clásica del futuro”.
