El “Día de las Fuerzas Armadas” que anualmente celebra España en honor de nuestros Ejércitos este año tendrá lugar en Santa Cruz de Tenerife, y será presidido por el rey Felipe VI, Capitán General de los Ejércitos de Tierra, Armada y Ejército del Aire.
La inestable situación geopolítica del mundo obliga a todos los países a dedicar mayor cuota de sus presupuestos a rearmarse, entendiendo la puesta a punto de los ejércitos no como mejor situación para preparar ataque a nadie, sino para disuadir de que nadie nos ataque, haciendo bueno el lema de aparente belicismo, pero de palpable prudente pacifismo “Si vis pacem, para bellum”, si quieres garantizar la paz, está preparado para la guerra.
Nuestro país, además del riesgo que el mundo tiene, con dos presidentes de influyentes países, como son el inhumano ruso Putin, obsesionado con revivir una nueva URSS, y el déspota americano Trump, atareado en inscribir el mundo a nombre de los EE.UU. tenemos frontera con el siempre incómodo y difícil reino marroquí, mirando de reojo a Ceuta y Melilla y no olvidando las Islas Canarias, y aduana con el “Gibraltar español” usurpado por la no menos inquietante rubia Albión.
Aunque el pasado 12 de abril se celebraba el “Día Mundial de Disminución de Gastos militares”, jornada promovida por la Oficina Internacional de la Paz (IPB), España tiene que elevar la cuota para rearme si queremos que Defensa cumpla la misión que nuestra Constitución asigna a nuestras FF.AA. de “Garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.
Celebremos el “Día de las FF.AA” como homenaje a nuestros militares que en tanta misión castrense y humanitaria dan ejemplo de entrega y preparación, al tiempo que demostramos al mundo y a Europa que estamos preparados para contribuir a esa paz universal, que no es solo no estar en conflicto, sino suficientemente preparados para rechazar cualquier intento de agresión.
Nunca más expresivo y oportuno el lema “Si vis pacem, para bellum”, estar preparados para una paz hoy que no es sólo no estar en guerra, sino disfrutar de una paz sin riesgos, ni amenazas, en orden, progreso y pacífica convivencia, sin el temor a agresión o reto, porque, como en el repudiable caso de acosos o abusos, demos sensación de fuerza, y en caso de amenaza responder, sí, con la fuerza de la razón, pero también, si preciso fuere, con la razón de la fuerza.
Es lamentable que en tiempo de campañas pacifistas con tanto “Día Internacional…” de la paz y el no a la guerra, como el reciente 4 de junio en que con el atractivo lema de “no a la muerte, sí a la vida”, celebrábamos el ”Día Internacional de los niños inocentes víctimas de una agresión”, desde 1983 establecida por Naciones Unidas, los medios informativos y las redes sociales constantemente nos retuerzan las vísceras con horribles masacres, tantas veces niños inocentes como víctimas, o sobreviviendo en la hambruna, la soledad y la miseria, que, como decimos, no es verdadera paz.
Cerrado aplauso para nuestras FF.AA y feliz jornada este 7 de junio en su día, que sin escatimar medios para su justa y necesaria y constitucional tarea nos garanticen nuestra tranquilidad que descansa en su abnegación, entrega, eficacia y disponibilidad de medios más apropiados, generosos y eficaces que la prometida “tecnología de doble uso”.
