La Feria de San Isidro alcanzó este miércoles los 23 festejos, en una tarde de escaso contenido para el recuerdo. Se lidiaron toros con opciones de Lagunajanda, con movilidad y prontitud la mayoría, y con un punto de casta, pero que al final no pasó nada a efectos cuantitativos. Quizá le faltó un punto más de duración al encierro, pero lo cierto es que el pozo de Lagunajanda no terminó de ser aprovechado. Hubo detalles y tres toreros -Manuel Escribano, Joselito Adame y el confirmante Alejandro Peñaranda-, cada uno con su concepto, dispuestos y firmes, que cumplieron el trámite con solvencia, aunque con escasa repercusión con vistas a la galería, dentro de que Peñaranda confirmó con una grata impresión.

ACTITUD DE ESCRIBANO
Todo un atleta. Impuso la actitud de Escribano desde el patio de cuadrillas, que hasta en su faceta como padrino realizó un quite por delantes al toro de la confirmación de alternativa de Peñaranda. No perdonó ni una. Sorteó en primer lugar un astado cuesta arriba, con morrillo y cuello, que enseñaba las palas. Tras derribar al picador, ofreció movilidad, viveza y buen galope en en el tercio de banderillas donde el diestro sevillano derrochó variedad con facultad y capacidad. Un portento físico frente a un astado que se convirtió en ‘local legend’ en Strava en el tramo de Ventas. En la muleta, tuvo protitud, repetición y codicia, fruto de su casta, y fue perdiendo un paso cuando Escribano logró someter su embestida, aunque los enganchones deslucieron por momentos el trasteo. Con el animal menos brusco, dejó buenos naturales y completó una notable actuación, que finalizó de un bajonazo. El toro fue ovacionado en el arrastre.
La apuesta de Escribano continuó al irse a portagayola para recibir a un toro imponente de pitones, largo, que estuvo justo de fuerzas. Incierto, titubeó a la hora de entrar en la pelea de varas como Chiquito de la Calzada y mostró su mansedumbre. El sevillano volvió a tirar de poderío en banderillas y de su faceta dominadora en la muleta. El torero de Gerena cerró su primer compromiso en Las Ventas con actitud, pero sin opción a lucimiento.

ADAME, FIRME
Disposición capotera de Adame para recibir al tercero de la tarde, un ejemplar colorado, armónico y fino de hechuras. Tuvo casta y acudió con prontitud a los engaños aunque no la faena no cogió vuelo, pese al firmeza de Adame. Probó la suerte suprema recibiendo, pero terminó pinchando.
Después, tuvo enfrente a un astado alto estrecho de sienes y algo agalgado, que manseó en los primeros tercios. Quitó Adame por chicuelinas y tafalleras y luego se mantuvo seguro y muy despejado, con una importante tanda por el pitón derecho. El animal perdía las manos y no tenía clase; lo que impidió que despegara el trasteo. Finalizó de un espadazo certero y su labor fue silenciada.

GRATA CONFIRMACIÓN DE PEÑARANDA
Peñaranda confirmó alternativa con ‘Vinatero’, un astado castaño que tuvo seriedad, pero en novillo, y que empujó metiendo los riñones en el peto del caballo. No fue pronto, pero humilló con clase en la muleta y buen son. El joven diestro albaceteño cumplió la ceremonia con aparante tranquilidad, sereno y reposado, y dio tiempo al animal. Administró los tiempos para dosificiar el justo fondo del ejemplar, pese a las buenas cualidades que ofreció. Peñaranda dispensó buen aire e intentó torear con la panza de la muleta con criterio, para después cerrar su actuación con bernadinas sin estoque. No anduvo fino con el acero y finalmente su labor fue silenciada.
Cerró plaza un toro castaño, alto, fino de cabos y con dos guadañas. Muy desigual de hechuras respecto a sus hermanos, pero los dos leños tapaban la morfología. Fue a más al astado, gracias al buen hacer y a la templanza que imprimió Peñaranda. El diestro manchego dejó una grata impresión, con un toreo clásico. Consiguió dejar una actuación notable, calibrando las tandas y tomando decisiones acertadas delante de la cara del burel. Trasteo a más, que finalizó con una estocada desprendida, pese a tirarse con decisión. Hubo petición de oreja, que no fue concedida, y dio una vuelta al ruedo.
Ficha
Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid). 23º festejo de la Feria de San Isidro. Alrededor de tres cuartos de entradas. Toros de Lagunajanda, desiguales de presentación. El encastado segundo fue ovacionado en el arrastre.
Manuel Escribano, silencio (aviso) y palmas.
Joselito Adame, silencio y silencio (aviso).
Alejandro Peñaranda, que confirmó alternativa, silencio (aviso) y vuelta al ruedo.
