Nuevo ‘no hay billetes’ -y ya van doce- para una tarde ilusoria. Los toros de El Parralejo apenas ofrecieron opciones y las pocas posibilidades que dispensaron se diluyeron en manos de los toreros y se realzaron desde los autobuses llegados desde Toledo. El tercer compromiso de Tomás Rufo culminó con una buena imagen, pero redimensionada por los “olés” de sus paisanos, que tomaron Las Ventas como si fuera el principal intercambiador de autobuses de Madrid. En el caso de Fernando Adrián, que pese a mostrar actitud y entrega, no terminó de dar con la tecla frente a un astado potable. Completó la terna Miguel Ángel Perera, muy técnico, pero sin opciones.
Nueva comparecencia de Tomás Rufo en Las Ventas. El diestro de Pepino (Toledo) sumó su tercer paseíllo en la Feria de San Isidro en una tesitura que arista entre su mejor momento va a llegar y otro día en el que no puntúa. En mitad de estas dos posiciones, hubo una faena estimable, con trances importantes a un buen toro de El Parralejo, pero con una excesiva repercusión en los tendidos -había muchos autobuses desde Toledo-.
Se mostró dispuesto y centrado con un astado bien presentado, con brío, prontitud y buen son en los primeros trances. El toledano dejó muletazos largos y profundos, dentro de un estimable trasteo, que fue a menos y no terminó de encontrar repercusión en los tendidos.
Bajo, corto de manos y nada ofensivo fue el astado que cerró plaza. Mal picado, tomó forma de novillo, pero tuvo clase, desarrolló codicia y humilló. Rufo puso voluntad y se arrodilló en el inicio de muleta, aunque sin lucimiento. Rufo estuvo aplomado y con firmeza y el astado tuvo emoción. Cada pase era jaleado por un sector de los tendidos de sol -un tanto de forma excesiva- como si un convoy de autobuses hubiera llegado desde Toledo. Pinchó y recogió una ovación. Buena actuación, pero no para que al año que viene le pongan otras tres tardes.

PERERA, SIN LOTE
Abrió plaza un toro amplio de sienes, bajo y algo basto, que se empleó en el tercio de varas. Anduvo justo de fuerzas y Perera dosificó su falta de raza, con series medidas y cuidando las alturas. Tiró de capacidad y técnica el extremeño en un trasteo en el que el escaso fondo del astado no permitió que cogiera vuelo. Solvencia del diestro de Puebla del Prior (Badajoz), sin lugar a brillo. Estocada trasera y algo tendida, en una labor silenciada.
Su último cartucho en la feria fue un animal bajo y con cuerpo, que resultó rebrincado y pegajoso. Lanzaba gañafones y, aunque Perera intentó enganchar la embestida y poner en liza sus aptitudes técnicas, fue muy descompuesto y no tuvo opciones.

ADRIÁN, ACTITUD SIN ACOPLE
Tomó parte Adrián con un farol de rodillas y un variado recibo zapotero a un ejemplar justo de trapío. Astado con nobleza, al que Adrián gestionó los tiempos, con paciencia, para que durara. Muy cosido, el torero madrileño firmó tandas de poderío, aprovechando la prontitud del ejemplar de El Parralejo. Un animal algo justo de fuerzas pero de óptima condición, en una medida labor del diestro madrileño. Media estocada para recoger una ovación.
Después, se midió a un toro con entrega y emoción, pese a que en los primeros tercios presentó un comportamiento irregular. Encima fue mal picado. Después, tuvo transmisión y Adrián lo esperó en la boca de riego de rodillas. El animal se vino con alegría y el madrileño estuvo decidido y con actitud. Buen toro, que tuvo repetición, pero la actuación no terminó de romper al presentar Adrián la muleta de forma despegada y recibir un cúmulo de enganchones. No hubo acoplamiento y la emoción que prometía el inicio de muleta se difuminó.
Ficha
Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid). 21º festejo de la Feria de San Isidro. 12º lleno de ‘no hay billetes’. Toros de El Parralejo, de presentación justa y faltos de raza.
Miguel Ángel Perera, silencio y silencio.
Fernando Adrián, ovación y silencio (aviso).
Tomás Rufo, silencio y ovación.
