La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural tomó conocimiento de los trabajos desarrollados por el Obispado de Segovia para el tratamiento antixilófagos de distintas piezas de madera de la iglesia románica de San Millán en la capital. Técnicos del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León en Simancas participaron en las labores llevadas a cabo para la desinsección mediante anoxia, una técnica curativa y completamente inocua para los bienes.
Los elementos tratados son los restos del alfarje mudéjar que cubría la techumbre de la iglesia de San Millán, datados sobre el siglo XII y que se conservan en una sala habilitada en el templo como museo. Estos restos son maderas talladas y policromadas que formaban la armadura de la nave de la parroquia y corresponden a diferentes tipologías precisas para armar la techumbre como vigas, aliceres, canecillos, tirantes, etc.; así como decoraciones de talla y policromía variadas.
Las piezas, según detallaron, presentaban ataque de xilófagos y por la importancia de los restos conservados se planteó la posibilidad de realizar un tratamiento de anoxia, para lo cual se recabó la colaboración del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León. Este Centro cuenta con un equipo adecuado y técnicos formados para realizar este tratamiento. La técnica consiste en conseguir una atmósfera libre de oxígeno, provocando la muerte por anoxia de todos los agentes bióticos en cualquier forma de desarrollo (huevo, larva, pupa y adulto), sin la necesidad de aplicar productos con sustancias tóxicas y/o nocivas.
Para conseguir este objetivo se prepara una bolsa en material plástico y hermético, en donde se introduce el material a desinsectar. Con un equipo específico, se consigue modificar las proporciones de los gases naturalmente presentes en la atmósfera, sustituyendo oxígeno por nitrógeno, hasta conseguir un nivel cero de oxígeno. Esta atmósfera se mantiene durante un mes, asegurando así la eliminación de cualquier xilófago.
Durante todo el proceso el equipo permite controlar la humedad interna de la bolsa, de modo que no se deteriore el material; realiza un seguimiento completo de los niveles de oxígeno interno, para asegurar que durante todo el proceso no ha cambiado la concentración de oxígeno; y de igual modo se realiza un control de los niveles de oxígeno en la sala en donde se realiza el proceso, como medida de seguridad para las personas de modo que si los niveles de oxígeno bajan de un 16%, el equipo se bloqueará, avisando además mediante alarma.
