MARÍA TELLERÍA
FOTOS: HÉCTOR CRIADO
Una prioridad de las políticas de la Junta de Castilla y León es la formación en los oficios del campo. Se trata de fomentar vocaciones que generen riqueza y de dotar a las explotaciones agropecuarias de personal cualificado que contribuya a asentar la población en el medio rural. La Comunidad conoce sus recursos y sus necesidades y sabe que este tipo de enseñanzas, en las que se combina de forma magistral la teoría con la práctica, son una apuesta de futuro.
En un momento en el que el mercado laboral demanda cada vez más especialistas en sanidad animal, ocio, y producción agrícola, fomentar estas salidas profesionales es uno de los grandes objetivos de la Junta. En la provincia de Segovia existen dos centros que imparten este tipo de formación dependientes de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (CIFP), y el Centro Integrado de Formación Profesional-Escuela de Capataces Forestales de Coca. Ambos son referentes en España y han evolucionado al tiempo que lo hacía el sector agropecuario de la región. Además, ambos se asientan en entornos privilegiados, rodeados de naturaleza y con unas instalaciones de vanguardia. Para formar de la mejor manera posible a los futuros profesionales han actualizado sus contenidos, se han dotado de los mejores profesionales y ha realizado una apuesta por las nuevas tecnologías.
Desde su creación, el CIFP no ha parado de crecer en número de alumnos e infraestructuras y ha alcanzado la paridad. Raúl González Cerezo, es jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Segovia, y define así el objetivo último de esta Escuela, “se trata de proporcionar mano de obra cualificada al sector, porque tenemos que asentar población rural y la única forma de hacerlo es con personal bien formado”.
Para que esta opción educativa sea realmente estratégica, la Junta – a través de la Dirección General de Desarrollo Rural -, ha dotado a estos estudios de un gran componente práctico y de una conexión directa con el mundo laboral. Raúl González, piensa que el secreto último del éxito son las personas y afirma que: “lo que tenemos la Escuela de Capacitación y Experiencias Agrarias de Segovia, es un potencial joven que dirige el centro que está muy entusiasmado, entre ellos la directora, Silvia Martín Gimeno, y ese es un factor clave”.

Y sin duda, los recursos humanos y técnicos del Centro ha hecho que, desde su creación en los años 90, el CIFP haya batido muchos récords. Récord de matriculaciones, de cursos, de participación de mujeres y de estudiantes trabajando. El crecimiento de alumnos ha sido continuo y paralelo al crecimiento de las instalaciones. Este curso, más de 110 jóvenes – la mitad de ellos mujeres- han confiado en la calidad educativa de la Escuela matriculándose en alguno de sus tres ciclos formativos. El número de estudiantes refleja el éxito institucional, el compromiso continuo con la excelencia educativa y la equidad de género en el ámbito agropecuario.
Para el acceso al grado medio se necesita el expediente académico oficial de educación secundaria, el expediente del ciclo de formación profesional básica, la certificación académica oficial de acceso a ciclos formativos de grado medio o grado superior, o en su defecto, la prueba de acceso a la universidad para mayores de veinticinco años. Para el acceso al grado superior es necesario presentar el expediente académico oficial de bachillerato, con las materias cursadas y la nota media del bachillerato, o de otro grado medio o superior.
El Centro tiene una infraestructura renovada y vanguardista – recientemente, la Junta destino 97.532,83 euros al mantenimiento y mejora de las instalaciones y del Centro Ecuestre asociado-. La Escuela se consolida como un pilar fundamental en la formación de profesionales capacitados para los desafíos del sector agrario y del ocio en Castilla y León con una oferta educativa diversificada y una integración práctica de alta calidad. A este centro de capacitación, situado a la vera del Eresma, en la carretera de Arévalo, vienen alumnos de toda España, aunque por su proximidad son mayoría los de Segovia y de la Comunidad castellanoleonesa; en cada ciclo hay una persona con discapacidad. Los alumnos vienen a avanzar en sus estudios y a especializarse en lo que les gusta. Saben que estos ciclos sirven para labrarse un futuro en el sector agrario, el equino y en el de actividades físico-deportivas, y también para acceder a la universidad.

EL CAMPO Y EL OCIO, PROFESIONES CON FUTURO
Los diferentes ciclos de formación profesional están pensados para estimular las ganas de aprender, de seguir estudiando, de trabajar y también abren la posibilidad de crear empresas con futuro. La mayoría de los alumnos aprovecha estas oportunidades y piensa que estudiar en este entorno ha sido una gran apuesta.
La formación como TÉCNICO SUPERIOR EN GANADERÍA Y ASISTENCIA EN SANIDAD ANIMAL, está pensada para personas que quieran labrar su futuro en pequeñas o grandes empresas ganaderas, un sector que en la provincia de Segovia supone el 70% de la actividad agropecuaria.
En ocasiones los alumnos quieren tomar el relevo de la explotación familiar, seguir haciendo lo que han visto hacer a sus padres y abuelos, pero saben que hoy en día la innovación es muy importante. La Escuela quiere mostrar a la gente joven cómo es la ganadería del futuro porque este sector ha evolucionado muchísimo en los últimos años, los alumnos lo intuyen y se dan cuenta de este crecimiento conforme avanzan en sus estudios. Hoy en día se utiliza muchísima tecnología y cada vez son más necesarias las personas con formación. El mercado requiere profesionales que se encuentren cómodos utilizando las nuevas tecnologías y que tengan la capacidad de adaptarse a los avances que se producen muy rápidamente.

La imagen que se tiene de las granjas en ocasiones está un poco anticuada, mediatizada por esquemas que están obsoletos, la realidad es que ha habido muchas innovaciones en los últimos años y muchas de ellas son todavía desconocidas. Tenemos como referencia las granjas clásicas y no se conoce bien cómo se trabaja en las explotaciones agropecuarias del siglo XXI. Ya no es un trabajo físico, como lo era antiguamente, hoy por hoy, el trabajo en las ganaderías incluye mucha observación, mucha profesionalidad, y, sobre todo, mucho conocimiento.
Aquí se enseña a planificar la producción según las exigencias del mercado y el tamaño de las empresas. Se prepara a los alumnos para que conozcan la documentación que los animales necesitan en cada ocasión, a procesar sus datos sanitarios y a gestionar y a optimizar el aprovisionamiento de materias primas. Los estudiantes aprenden cómo supervisar las instalaciones ganaderas, la maquinaria y los equipos que los animales necesitan para su bienestar y para cumplir con la normativa básica. En este curso, el 65 % de los participantes son mujeres.

El ciclo de grado medio, TÉCNICO EN GUÍA EN EL MEDIO NATURAL Y TIEMPO LIBRE, está destinado a los más aventureros, a aquellos que quieren dedicarse al turismo activo de manera profesional. En sus clases se enseña a amar y a hacer amar la naturaleza y se aprenden herramientas de dinamización y habilidades sociales para guiar a grupos. El ciclo ha pasado de 1.400 a 2.000 horas y se han ampliado las competencias, en la actualidad, los contenidos que se ofrecen son mucho más amplios. Antes los estudiantes eran técnicos en conducción que guiaban grupos de senderismo, en bicicleta o a caballo, pero ahora tienen mayores capacidades porque se imparten módulos nuevos. Se ha introducido la sección de náutica, que antes era prácticamente testimonial, pero cuya formación les permite conducir pequeños veleros, piraguas o hacer paddle surf. Como la Escuela está situada tierra adentro se utilizan simuladores de estas embarcaciones que son perfectas para aprender a manejarlas. Se ha introducido también el módulo de maniobras con cuerdas que incluye escalada en rocas, y actividades en cuevas y barrancos de baja dificultad, también existe ahora el módulo de socorrismo en aguas abiertas y contenidos de natación.
El objetivo es capacitar a los estudiantes para diseñar aquellas rutas que luego hagan disfrutar y conocer la montaña, bien sea andando, a caballo, en bicicleta o en pequeñas embarcaciones. A los alumnos se les muestra que cada persona tiene sus capacidades y hay que saber adaptarse a todas ellas. Los futuros profesionales aprenden a reaccionar cuando ocurre algún percance y a prevenir y rescatar personas y animales para que puedan trabajar en equipos de ayuda y socorrismo.

Víctor, uno de los alumnos de este ciclo cuenta que un día estaban haciendo una práctica de evacuación de heridos en Sietepicos, en la Sierra de Guadarrama y que, en estas situaciones, los alumnos tienen que aplicar los protocolos habituales por lo que el simulacro incluía una llamada al teléfono de emergencia, 112.
La implicación de Víctor y sus compañeros fue tan fuerte y la simulación tan real, que los jóvenes pensaron que el accidente de uno de los compañeros era de verdad y que el helicóptero estaba al llegar.
La complicidad de los alumnos es muy alta, en este sentido, el profesor de Medio Natural, Oscar Reñón Vega, cuenta que la Escuela “ha producido con los estudiantes parte del material que utilizan, como el rocódromo o una cueva subterránea donde practican la espeleología”. Según este profesor, “en este ciclo aprenden a desenvolverse en el medio natural, para ello les damos técnicas con el objetivo de que puedan desarrollar muchas actividades. La realidad, como en la mayoría de los estudios es que los alumnos salen con unos conocimientos básicos que luego, cuando empiezan a trabajar en una actividad determinada amplían y es entonces donde se empiezan a formar más específicamente.”

Los estudiantes que salen de este ciclo tienen muchas salidas laborales, ya que, en Castilla y León existen unas 300 empresas de turismo activo, algunas de ellas creadas por exalumnos del Centro. La ley de turismo activo que regula las actividades de Castilla y León ha ido modificándose y una de las titulaciones que habilita para hacer actividades en el medio natural es este grado medio.
La Escuela sabe que muchas de las enseñanzas que imparte tienen una actividad estacional, por eso el programa es multidisciplinar. Incluye rutas en la nieve, visitas a cuevas y barrancos de bajo riesgo, recorridos en bicicleta, con cuerdas y en el medio acuático. El profesorado se esfuerza para que el técnico sepa hacer varias cosas y en un futuro pueda trabajar actividades de ocio durante todo el año.
Los estudios de TÉCNICO EN ACTIVIDADES ECUESTRES se dirige a aquellos jóvenes apasionados por los caballos o a los que creen que pueden llegar a estarlo. En sus instalaciones, se encuentra el Centro Ecuestre de Castilla y León recientemente remodelado. Aquí se enseña a alimentar, a cuidar, a montar a los caballos y a mantener los recintos donde estos viven. Los alumnos aprenden a organizar rutas a caballo para todos y a domar a los potros.

Como en el resto de los cursos, se hace hincapié en la función que los caballos tienen para la economía, así, se enseña a presentar los caballos en exhibiciones, subastas y concursos y las técnicas básicas de marketing para su promoción y venta. En este ciclo, como en el de ganadería, también hay mayoría de mujeres. La profesora Milena Stefanova dice que es “porque en esta enseñanza, hay mucho de sensación”. La docente equina describe cómo discurre el aprendizaje: “empezamos desde la base, porque es necesario entender qué es un caballo y cómo se comporta, y porque para manejar un caballo lo primero es conocerlo, entender sus reacciones. Y luego nos vamos adentrando en la parte material, lo que es el equipo del caballo, la limpieza, la alimentación.”
La profesora Milena, que desde su niñez es una apasionada de los caballos, explica lo que es la formación de un mozo de cuadra del año 2025: “damos una visión integral de lo que es el mundo equino, cómo preparar un caballo, cómo cuidarlo, cómo conducirlo. En los módulos específicos de guía ecuestre lo que les enseñamos es a guiar un grupo en el medio natural para que puedan llevarlo sin riesgos y haciendo que la gente disfrute”.

Con la formación de estos profesionales se pretende favorecer el subsector equino que en Segovia y en toda Castilla y León es muy relevante y supone una importante aportación económica. Tanto en la región como en la provincia de Segovia hay mucha afición al caballo y muchas empresas, como Hípica Eresma, el Club deportivo Aequima, o El Paseo, que colaboran estrechamente con el Centro. A través de un convenio con la Federación Hípica de Castilla y León, se hace un uso conjunto de las instalaciones para realizar actividades formativas y de competición. El convenio busca desarrollar, apoyar y difundir la formación en el sector equino.
El objetivo de la Consejería es que, por la calidad y tamaño de sus instalaciones, este centro ecuestre sea un lugar de referencia donde hípicas y explotaciones ganaderas tengan un lugar de encuentro y reunión. Cada año, el Centro Ecuestre de CyL se convierte en el protagonista de la competición ecuestre nacional con el Campeonato de España de Equitación con Ponis y la Copa de España. También se realizan aquí las Pruebas de Selección de Caballos Jóvenes de Pura Raza Española que organizan la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Raza Española y la Federación Hípica de Castilla y León.
UNA FORMACIÓN EMINENTEMENTE PRÁCTICA
Una parte fundamental de la formación en el CIFP es la integración de conocimientos teóricos con experiencias prácticas. Hoy en día, la sanidad y el bienestar animal son fundamentales, por eso los estudiantes tienen la oportunidad de realizar prácticas en el Laboratorio de Sanidad Animal del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta. Desde una perspectiva, los alumnos aprenden las labores fundamentales en el cuidado y control sanitario de los animales, y así, fortalecen su integración en el mundo laboral.
La plantilla del laboratorio está compuesta por cinco técnicos que desempeñan un papel crucial en el análisis de cuerpos de animales. A través de la toma de muestras en hisopos se analizan heces y vísceras para la detección de enfermedades. Están actividades están coordinados por el centro regional de León, que supervisa las operaciones, y aporta apoyo operativo para llevarlas a cabo.

Actualmente, el laboratorio se dedica a programas de erradicación y vigilancia de enfermedades como la tuberculosis bovina y caprina, la brucelosis bovina y ovina-caprina, la leucosis enzoótica bovina ola perineumonía contagiosa bovina, y también se llevan a cabo otros programas de prevención relacionados con el ganado porcino. Además, se está abordando la problemática de la lengua azul en la provincia de Segovia, en coordinación con la empresa Eulen para llevar a cabo las labores de vacunación de manera efectiva.
A Ana María González Andrés, jefa de estudios y secretaria, se le nota en los ojos y en sus palabras el amor que tiene por el Centro. Dice que en muchas ocasiones ejerce de “madre de los alumnos” y “que no cambiaría su trabajo por nada del mundo”. La devoción y entrega del personal es una de las grandes bazas de esta formación. El CIFP de Segovia es un ejemplo del compromiso de Castilla y León con la educación agropecuaria y el ocio de calidad. Este tipo de iniciativas contribuye a asentar la población y fortalece a algunos de los sectores clave de la economía regional. La importancia de esta formación está íntimamente ligada al aumento de la demanda de profesionales del campo y al crecimiento económico de Castilla y León.
CURSOS NO REGLADOS, UN MUNDO DE APRENDIZAJE
Una de las características del centro son los cursos de formación no reglada. Raúl González Cerezo, el Jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Segovia, aclara que estos cursos: “se desarrollan y aprueban todos los años y consisten en un apoyo a la formación reglada. A donde no llegamos con la formación reglada lo complementamos con estas iniciativas, que, en ocasiones, se pueden realizar on line. En el centro hemos apostado por hacer cursos de formación no formal, cursos cortos de especialización, tanto para los propios alumnos que complementan sus estudios como para los profesionales que trabajan activamente en el sector para actualizar sus conocimientos.”
En su esfuerzo por adaptarse a las necesidades profesionales de la Comunidad, el centro tiene una interesante oferta de más de 60 cursos de este tipo. En estas iniciativas formativas participan los estudiantes, pero también el público general, están abiertas al profesorado y a los profesionales del sector porque lo que se pretende es mejorar la formación continua. Hay cursos de manejo básico del tractor, de psicología deportiva en caballos, o de soldadura nivel básico y prácticas de los cursos de incorporación a la empresa agraria.

La escuela ha organizado cursos sobre la prevención de lesiones por caídas del caballo y también ha ofrecido un curso de grável. -es esta una modalidad de ciclismo que se practica con una bicicleta similar a las bicicletas de carretera pero que tienen un manillar curvo y el cuadro y las ruedas adaptadas para su uso fuera del asfalto-. Se han impartido cursos de apicultura, de soldadura, así como jornadas de custodia agraria y jornadas de esquileo.
Otros de los cursos que ha tenido mucho éxito por us contribución a la mejora de las producciones pecuarias de la Comunidad, es el de iniciación a la apicultura para la conservación de esta actividad estratégica y el de inseminación artificial en vacuno para titulares y trabajadores de granjas, aspecto clave para la mejora en la gestión de las explotaciones ganaderas y mejora de los rendimientos productivos, y por último todos los cursos relacionados con la especialización en doma natural, enganches de caballos etc.

ACUICULTURA
Un ejemplo de estos cursos es el que se ha realizado estos días sobre patologías en la producción continental en colaboración con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, (ITACyL).
La acuicultura es un sector en expansión al que, por su importancia en la economía, la Junta de Castilla y León quiere impulsar. Aquí se producen 3.887 toneladas anuales de trucha arcoíris, que supone el 26 % del total del país y Castilla y León es también el primer productor de langostinos. La Comunidad cuenta con las tres principales empresas de fabricación de piensos para peces que hay en España: Dibaq en Segovia, Biomar en Palencia y Skretting en Burgos, que, en conjunto, producen más de 114 000 toneladas anuales.
A pesar de la importancia del sector y aunque existe una importante demanda, Castilla y León no cuenta con programas de formación reglada en esta materia. La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural quiere potenciar la formación de técnicos y operarios. En colaboración con la Escuela de Capacitación Agraria de Segovia y el ITAcyL, se han organizado cursos sobre producción acuícola, que son gratuitos ya que el objetivo es dotar a los profesionales de los conocimientos necesarias para afrontar los desafíos presentes y futuros.

