El 39 Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia Titirimundi, que se ha desarrollado desde el 13 hasta el 18 de mayo, cerró una nueva edición, la 39, con un balance de público positivo. En total 42.850 espectadores disfrutaron de los espectáculos a pesar de la difíciles condiciones climatológicas, como explica la directora, Marián Palma: “Nos sentimos muy satisfechos tanto por los resultados en cifras como por la gran acogida por parte del público, que ha sabido gozar de cada espectáculo”.
En una edición festiva en la que se han repartido 15.000 programas, y esperando ya el 40 aniversario, 6.050 personas han asistido a las 200 funciones de espectáculos de interior, que han disfrutado de la compañía chilena Teatro y su doble, encargada de inaugurar el Festival con Feos.
Patios
En los patios, 7.300 personas pudieron disfrutar de espectáculos como el veterano Circo de las Pulgas en el Patio de Abraham Senior con el maestro de ceremonias al frente Dominique Kerignard. Mikropó. Espectáculos con alma y un lenguaje visual, como Nil, de Minusmal, una de las compañías más afectadas por la lluvia torrencial al estar a pleno aire libre en el Jardín de los Zuloaga, en un teatro construido con madera y lonas.

Calles
Las calles de la ciudad también se llenaron de ilusión y color que hicieron disfrutar a un total de 21.300 espectadores que asistieron a diferentes montajes de compañías como Lafontana, desde Portugal, que regaló al público el universo decorativo de las latas de galletas, de esos autómatas de las cascadas de São João de Oporto y sus cuentos tradicionales.
Quignon sur rue volvía a montar su peluquería vegetal en la Playa Mayor, convirtiendo cabezas en jardines en miniatura, con tocados y peinados a los que fue difícil no dejarse sucumbir. “Este año queríamos repetir, sabíamos que la gente se iba a animar y me ha encantado ver tantas flores reposando sobre tantas cabezas atrevidas, tan a tono con la fiesta que supone el festival y que invita a la alegría”, señala Palma.
Mientras, despidiéndose de los escenarios se encontraba la compañía segoviana Mutis,. Además, “Titiricole cumplió 26 años haciendo soñar a los niños, y este año han sido 14 centros y 23 montajes los que han llenado el aforo completamente: 1.500 personas”, como apunta Palma.
También volvieron los autobuses con 5.500 alumnos de distintos colegios para convertirse en espectadores de 37 funciones escolares de montajes como La Canica, Caricata, Hilando Títeres, Titiriteros de BInéfar y Hopefulmonsters.
La labor social de Titirimundi, dirigida a un colectivo delicado que no puede acercarse a los espacios habituales, continuó este año de la mano de Rodorín, Mikropódium, Alex Marionettes y La Malette, tanto en la planta de tratamientos crónicos de pediatría de un hospital y residencias de ancianos, como en centros penitenciarios y centros de atención de personas con discapacidades psíquicas y físicas. Gracias a esto un total de 1.200 personas han podido disfrutar de la magia de los títeres.
Además, 54 pueblos de Segovia disfrutaron del festival gracias al apoyo de la Diputación de Segovia.
