En el último partido de Laura Llorente como capitana y portera del Unami femenino de fútbol sala (aunque la jugadora ya ha dicho que siempre que pueda echar una mano al club estará disponible) el conjunto segoviano realizó un ejercicio de superación y doblegó al Casarrubios por un contundente 8-4.
El comienzo de encuentro fue el característico del Unami, bien plantado en el campo, ambicioso en la presión y generando oportunidades para marcar. Pero al tiempo que se mostraban las virtudes antes señaladas, el conjunto de Javier Martín Pena volvía a evidencias el defecto de casi siempre, la falta de acierto en la finalización que dio la vida al Casarrubios, que en su primera acción de peligro hizo el 0-1, y prácticamente en la segunda marcó el 0-2.
Pero el Unami tenía pocas ganas de brindarle a su capitana una derrota, y aprovechando una inferioridad del Casarrubios acortó distancias y logró posteriormente llegar al descanso con el marcador en empate. Parecía que lo peor había pasado para el equipo de casa, pero nada más lejos de la realidad, ya que su oponente volvió a adelantarse a los pocos compases del segundo período.
Sin embargo, al Unami se le veía con otras intenciones sobre la cancha. Hubo un empate a tres, y posteriormente un empate a cuatro, y a partir de ese momento las locales no dejaron que el choque se les volviera a complicar. En cuanto las jugadoras del Unami cogieron el dominio en el marcador abrieron brecha en el electrónico con dos goles prácticamente consecutivos que dejaron al Casarrubios fuera del partido. Así que los últimos minutos, a pesar de que el equipo visitante puso en juego el portero-jugador, el Unami tuvo la ocasión de jugar con tranquilidad y de homenajear a su portera, que se llevó la mayor ovación de la tarde.
