Quizás ni la persona más optimista hubiera sido capaz de presagiar allá por el pasado mes de agosto que un equipo recién ascendido como la Gimnástica Segoviana, con un presupuesto cogido con pinzas respecto a otros clubes, o con sus antecedentes en la categoría, fuese a ser capaz de llegar, a falta de dos jornadas para el final, con vida. Pero ahí está ella, con rasguños, evidentemente, pero todavía en pie. Porque el equipo de Ramsés Gil, en una campaña repleta de vaivenes, ha logrado llegar con opciones al último y decisivo tramo del curso con opciones de luchar por la permanencia. Y es que, aunque las matemáticas sean crudas, su futuro en Primera RFEF sigue aún con pulso.
Así, la Segoviana, a tres puntos de la permanencia con únicamente seis en juego, busca apurar este sábado sus credenciales en un compromiso ante el Nástic (19:00 horas) en el que la única licencia para seguir soñando por la salvación pasa única y exclusivamente por ganar. Y, para ello, el equipo segoviano se encomienda a un campo municipal de La Albuera que presentará un ambiente de gala, puesto que en las horas previas al duelo, la parroquia azulgrana y el club celebrarán ‘El Día de las Peñas’.
Una cita significativa en la que el equipo de Ramsés Gil tratará de cerrar la herida en un feudo gimnástico que no conoce el triunfo desde el pasado mes de diciembre. Desde entonces, una racha para el olvido de hasta nueve encuentros consecutivos sin vencer que lo han llevado a una situación extrema. De ser el atajo hacia la permanencia, a ser su kryptonita.
El reto gimnástico no será chico, pues en su última oportunidad por recuperar la Albuera lo visita un Nástic que, aunque no conoce la victoria lejos del Nou Estadi desde febrero, en caso de vencer, certificaría su billete para el playoff de ascenso. Y, para ello, ha devuelto el mando de la plantilla a Luis César. El objetivo tarraconense es ahora una necesidad.
“Están vivos después de aquel final de partido en Sestao y, por lo tanto, nos espera un partido muy intenso, con mucha tensión y un ambiente potente, con la afición local apretando. Sabemos a qué vamos”, comentó el técnico gallego acerca del encuentro ante una Segoviana obligada a saldar su cuenta pendiente en La Albuera. Porque de no ser así y, pese a poner en valor su camino, su ansiado sueño de seguir en Primera RFEF se habrá esfumado.
