El año 2016 llega con un sueño cumplido para la localidad de Toro y, por ende, para toda la provincia de Zamora, y es que 15 años después ven logrado su objetivo de que la villa toresana albergue una nueva edición de las Edades del Hombre, una celebración por la que distintos estamentos de la sociedad llevan peleando desde 2001, cuando la capital acogió la exposición bajo el nombre de ‘RemembranZa’.
Así, Toro será protagonista y centro neurálgico de una exposición que cuenta cada año con más de 400.000 visitas y que en esta ocasión tendrá el agua como elemento conductor de una cita que repercutirá directamente en el turismo de toda la provincia e, incluso, de las limítrofes.
Fue el 28 de agosto de 2015, día de San Agustín (patrón de Toro), cuando se conoció el lugar elegido para Las Edades del Hombre 2016, y desde entonces toda la maquinaria se puso a funcionar para conseguir esta edición sea una de las mejores de la historia.
Los datos se fueron conociendo a cuentagotas y uno de los más esperados fue la temática que rodeará esta exposición, el agua, en una exposición que tendrá como sede principal La Colegiata y como subsede la iglesia del Santo Sepulcro, además de ubicar el centro de recepción de visitantes en el Alcázar.
Al final, tras mucha rumorología, Las Edades del Hombre 2016 recibieron el nombre de ‘AQVA’ y toda la temática girará alrededor de la acción salvífica del agua, un concepto cuya presencia en el Antiguo y Nuevo Testamento es continua y que cuenta con una rica simbología que será el eje conductor del guión que sigan los visitantes, que verán sustituidas las palabras por más de un centenar de obras.
Desde la Fundación Las Edades comparten este hecho histórico que se vivirá en Toro y su secretario, Gonzalo Jiménez, reconoce que celebrar esta edición en este municipio es “de justicia” ya que llevan años solicitando el poder acoger la exposición que esta ocasión incluirá entre 110 y 130 piezas, con una línea semejante a la de Aranda de 2014.
Así, a falta de confirmaciones oficiales, ‘AQVA’ se inaugurará en abril y permanecerá abierta al público hasta prácticamente mediados de noviembre, aunque por el momento no pueden cerrar fechas concretas ni un presupuesto que, en principio, rondará los 1,7 millones de euros, para los que contaron con la ayuda de las instituciones públicas que se volcaron con una celebración por la que llevaban mucho luchando.
La villa es el reflejo de todo lo necesario para que esta elección fuese un éxito, algo que desde la Fundación saben y defienden, y es que la designación de Toro fue decidida “por unanimidad”.
Gonzalo Jiménez fue también testigo a lo largo de los años de lo que ha supuesto para las distintas ciudades acoger Las Edades del Hombre y recordó que se trata de un escaparate a nivel nacional, y también internacional, pero no solo para el lugar exacto de celebración sino para zonas colindantes y que se hace extensible al resto de la provincia.
“Los visitantes siempre se quedan con ganas de volver por el rico patrimonio que se ofrece. Las ciudades se transforman y eso permite potenciar el turismo. Toro no va a defraudar”, apuntó.
La repercusión turística y económica que Las Edades del Hombre tendrá Toro es algo que la sociedad zamorana conoce bien y es que en la provincia sí se notó un cambio en positivo de la capital.
Desde Azehos, Asociación Zamorana de Empresarios Hosteleros, Óscar Somoza recordó, a modo de ejemplo, cómo en la ciudad se pasó de contar con un hotel de cuatro estrellas a cinco; cómo se transformó la capital y cómo se convirtió en un destino turístico importante, algo que ahora quieren que se repita.
Para ello los hosteleros tienen diferentes propuestas y acciones basadas en el rico patrimonio, cultural, paisajístico y gastronómico que puede ofrecer la tierra, que junto al AVE y la autovía Benavente-Zamora jugarán un papel importante en la atracción de turismo.
