JAVIER Gª DE PEDRO
La Asociación Cultural Blas de Lezo, constituida el 7 de junio de 2013, fue creada por las inquietudes comunes de sus socios fundadores. Es decir, una profunda admiración por la figura histórica de Don Blas de Lezo, uno de los marinos y hombres más relevantes de la Historia de España. Un personaje ilustre que, sin embargo, sigue siendo un verdadero desconocido para la gran mayoría de españoles en la actualidad. Es por ello que entre sus propósitos se encuentran divulgar su ingenio, sus gestas y sus valores a lo largo de su vida en la defensa de España e investigar y dar a conocer la verdadera historia de la Hispanidad, sus héroes y sus proezas.
Y, entre las muchas iniciativas que en estos 12 años han realizado para acercarse a estos objetivos, se entuentra la creación de los Premios Blas de Lezo. Unos galardones mediante los cuales la fundación distingue, cada 2 años, “a entidades o personas que, de alguna manera, han contribuido a la historia de España en un largo periodo de tiempo”, tal y como indica el vicepresidente de la Fundación, Antonio Ríos, quien también aclara que, fundamentalmente (aunque no es obligatorio), tratan de centrarse en contribuciones realizadas en toda la Hispanidad, incluyendo América.
El próximo 30 de mayo a las 20:00 se entregarán los Premios Blas de Lezo de este año, en la que será la quinta edición. Una ceremonia cuya gran novedad será el lugar de entrega, que, por primera vez, se realizará en la provincia de Segovia. Concretamente, en la Finca el Esquileo de Cabanillas del Monte.

CESIÓN ALTRUISTA
Los motivos para elegir esta sede son, como explica Antonio Ríos, puramente históricos: “Decidimos buscar un sitio que fuera emblemático para la historia de España. Y elegimos la Finca el Esquileo de Cabanillas del Monte porque la lana que se conseguía en lugares como este fue una de las fuentes de ingresos y recursos más grandes para la Corona de Castilla durante los siglos XV y XVI. Y quién ponía ese dinero ponía la iniciativa de explorar América”.
El vicepresidente de la Fundación afirma que “estamos muy orgullosos de hacerlo aquí, siendo Castilla la cuna de España”. También ha querido agradecer el apoyo brindado por el propietario del recinto, el Marqués de la Floresta, quien no puso ningún impedimento para la celebración de la entrega de premios en la finca: “Tenemos un patrono en la fundación conoce al Marqués, así que le habló de nosotros y luego nuestro presidente, Miguel Ángel Gimeno, habló personalmente con él”. Una charla en la que el propietario cedió el espacio de forma totalmente altruista: “Se agradece porque nuestra fundación vive de sus propios recursos y todo el dinero que ponemos es, principalmente, para comprar documentos, hacer investigaciones y seguir creciendo con nuestra exposición”.
En ediciones anteriores, la gala de los Premios Blas de Lezo había tenido lugar en cinco lugares diferentes, siendo la primera sede (2014) el Colegio de Veterinarios de Madrid; la segunda (2016) el Restaurante La Masía de José Luis, donde también se hizo una cena, al igual que se hará este año; la tercera el Centro de Estudios Superiores de la Defensa Nacional, CESEDEN, debido a que el Ejército español fue uno de los premiados; y la cuarta la plaza de Santo Domingo en Cartagena de Indias, s, aprovechando el viaje que cada año hace la Fundación a Colombia, siendo esta la única ocasión en la que se ha celebrado fuera de España.

LOS PREMIADOS
La ciudadanía de Colombia, la Fragata Blas de Lezo, la escritora y doctora Elvira Rocas, el Museo Naval del Caribe o el mencionado Ejército Español han sido algunos de los galardonados en ediciones anteriores de estos premios. Este año, y como siempre, han sido cuatro los elegidos para recoger el galardón en Cabanillas del Monte. la Guardia Real, el Club Atlético de Madrid, el director de cine y escritor Don José Luis López-Linares y la Editorial EDAF.
La Guardia Real de España, la segunda más antigua del mundo, ha sido elegida por “ser la fiel heredera de los Reales Guardias de Alabarderos creados por Fernando El Católico, en 1504”, tal y como indican desde la Asociación.
Con el galardón para el Club Atlético de Madrid, centenario equipo de fútbol creado el 26 de abril de 1903 por un grupo de estudiantes vizcaínos de la Escuela de Ingenieros de Minas, se pretende premiar la estrecha y larga relación de la entidad con el mundo hispano, debido a que “se ha nutrido durante décadas de importantes jugadores y técnicos de habla hispana y, sin ninguna duda, sus valores coinciden con los de Blas de Lezo”.
Por su parte, José Luis López-Linares se ha distinguido por la creación de obras “en las que ha plasmado la inmensa labor realizada por España en el mundo, ofreciendo civilización y desarrollo”. La Fundación destaca “el buen gusto, la elegancia de su presentación, los enfoques científicos empleados hacen de sus obras referentes obligados para aproximarse a lo que supuso España en América”, así como “su apuesta por la Hispanidad, que posee un valor digno de reconocerse, pues no es fácil ilustrar la verdad de unos hechos que no quisieron que fueran vistos”.
Por último la editorial española EDAF, Con más de 60 años de funcionamiento, ha abordado una apuesta muy importante sobre aspectos de la historia de España “prácticamente olvidados o abandonados”: “Es un referente editorial que ilumina hitos que conforman la grandeza de España”.
LOS PREMIOS
Los representantes de cada una de estas entidades recogerán el día 30 en Cabanillas del Monte sus correspondientes premios en forma de busto de Blas de Lezo, cuyo original es obra del escultor Fernando Montero de Espinosa y se encuentra en el Museo Naval, siendo poseedora la Asociación de una copa en su exposición. Además, otra copia de este busto, pero en otro tono, “se lo ha llevado justamente el buque Juan Sebastián Elcano para regalárselo a la Armada Chilena”, tal y como cuenta Antonio Ríos.
Quizás una de las cosas más llamativas de estos galardones son los premios dados a cada una de las ‘categorías’, que no son tales en realidad, ya que a todas se les da el mismo valor y simplemente se les dio nombres diferentes para que tuvieran más variedad: “Se pusieron basadas en la vida de Blas de Lezo. Una con su propio nombre; otra las Columnas de Hércules, como símbolo de la Hispanidad; otra Cartagena de Indias, como ciudad donde alcanzó su punto cumbre y donde falleció; y, por último, la de Hombre y Medio, que está puesto un poco de broma en referencia a que a Blas de Lezo se le conocía como ‘Medio Hombre’ (debido a sus múltiples lesiones), lo que nos sonaba un poco despectivo, y pensamos lo que él hizo es más de hombre y medio”.
