La villa de Maderuelo se ubica en tierras colindantes con las provincias de Burgos y Soria a 17,4 km al norte de Ayllón por la carretera SG-945, junto al embalse de Linares y las hoces del río Riaza. En la actualidad tiene un censo poblacional de una 100 personas, cuyo gentilicio es maderolenses.
El primigenio nombre de la villa en los primeros años del siglo XI fue Madolium, y un siglo después, en 1109, Castro Maderolum, luego Maderol, a mitad del siglo XIII Maderolo y ya en el siglo XVI Maderuelo. Una de las hipótesis que se maneja es que su origen estaría en Madero.
Se han encontrado vestigios que nos indican que en este solar ya hubo asentamientos humanos en el remoto pasado, como fueron tribus celtíberas, el imperio romano, visigodos y mahometanos que señorearon estas tierras antes que nosotros.
La villa de Maderuelo se asienta en las tierras ganadas a los moros por Fernán González conde de Castilla durante el siglo X, aunque luego la comarca quedo prácticamente despoblada por las razzias de las huestes de Almanzor. Hubo que esperar a la llegada del conde Sancho García llamado el de los Buenos Fueros, nieto de Fernán González, para realizar la segunda y definitiva repoblación de estas tierras, que se realizó siguiendo las pautas marcadas por la nueva institución castellana “Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda” creada por la Corona durante el siglo XI, 1076, con cristianos del norte peninsular y de las serranías sorianas, que convivieron junto a población musulmana, judía y mozárabes procedentes de Al-Ándalus. Por aquél entonces se fortificó la villa con castillo y muralla dependiente de Sepúlveda
La primera cita de Maderuelo la encontramos en 1088 cuando los clérigos de la villa acuden, en su representación, al concilio de Husillos en Burgos, en el que comenzó a gestarse la configuración estable de la diócesis de Osma y el límite meridional de la diócesis de Burgos.

se alza sobre la muralla y las casas de Maderuelo.
Durante ese mismo año de 1088, la villa de Maderuelo fue agraciada por la Corona con ser la cabeza de su Comunidad de Villa y Tierra que engrosaba un gran número de pueblas de la comarca, estas eran: Alconada de Maderuelo, Alconadilla, Aldealengua de Santa María, Campo de San Pedro, Carabias, Cedillo de la Torre, Cilleruelo de San Mamés, Fuentemizarra, Linares del Arroyo, Moral de Hornuez, Riaguas de San Bartolomé y Valdevarnés; varias de ellas fundadas por guerreros o por grupos emigrantes que iban llegando y se asentaban mediante la presura.
En el año 1109 la villa aparecía bajo el nombre de Castro Maderolum, formando parte de la diócesis de Burgos, aunque poco después de la creación de la diócesis segoviana sobre el año 1120, Maderuelo pasaría a integrarse en ésta, según indica la bula de Calixto II, que señala los límites y las tierras de la diócesis segoviana: —Et infra hos términos Coca, Iscar Maderol… Pedraza—.
En el año 1384 el rey Juan I de Castilla otorgó el señorío de Maderuelo a mosén Beraudon de Faudoas, embajador en Castilla del rey de Nápoles, Luis I de Anjou. Cinco años después, en 1389, fue comprada (villa y señorío) por doña Leonor de Trastámara, hija de Enrique II de Castilla y entonces reina de Navarra por estar casada con Carlos III el Noble. En 1423, la villa y su señorío pasó, por decisión de Juan II, a don Álvaro de Luna, todopoderoso condestable de Castilla y privado del rey, como parte del condado de San Esteban de Gormaz. Esta propiedad quedó en las manos de la familia Luna y luego pasó, por enlace matrimonial, a la familia Pacheco marqueses de Villena hasta el final de los señoríos en el siglo XIX.
La amurallada villa de Maderuelo asienta su caserío encaramado a un promontorio sobre un alargado espolón rocoso desde el que domina los meandros del río Riaza y del embalse de Linares, formando una hermosa panorámica en su descenso hacia el río Duero, rodeada de un espacio natural difícil de encontrar en nuestro mundo urbano moderno.

La villa nos recibe en el zaguán de su única entrada coronada por un alto arco de medio punto en el interior y otro apuntado en el exterior adosado a otro más alto que protegía el acceso, con una hermosa puerta de madera acorazada con adornos, policromía y blindaje del siglo XV con su envejecido torreón almenado, no obstante noble. Durante su época dorada tenía cuatro puertas, y hasta principios del siglo XX disponía de foso y puente de acceso.
Cuando en días de diario deambulamos sin rumbo por las calles de Maderuelo, automáticamente percibimos una marcada huella del medievo que nos llega con más nitidez a través de su cerco murado y el sinuoso trazado de sus tranquilas y silenciosas callejas y plazuelas que aquella época nos ha llegado, encanto histórico y romántico sólo roto por la presencia de coches aparcados. Esta villa llegó a tener diez templos y numerosos palacios y casonas hidalgas, pero el paso del tiempo lo gastó casi todo, dejándonos apenas románticos recuerdos de su glorioso pasado, cuan gran familia venida a menos.
Hoy, a los herederos de ese suntuoso pasado sólo les queda las ruinas de su castillo (el torreón con su aljibe), la iglesia-palacio de San Miguel con espadaña, hoy vivienda privada, tres bellas iglesias: la de Santa María, la ermita de Castroboda y la ermita románica de la Veracruz en la vega, desnuda de sus bellos murales que se retiraron de la ermita para construir el embalse de Linares allá por 1947, ahora se exhiben en el Museo del Prado en Madrid; aunque ahora podemos observar una muy buena reproducción de esas pinturas murales en la ermita de la Vera Cruz, de donde fueron sacadas la originales, por gentileza del ayuntamiento de Maderuelo y la Junta de Comunidades de Castilla y León.

Algunas hipótesis aventuradas sostienen que fue la misma mano negra la que hizo desaparecer las joyas pictóricas de Maderuelo, las de San Baudelio de Berlanga (Soria) y las de San Clemente de Tahull (Lérida), hoy todas ellas en el museo de los claustros neoyorquino.
La economía de la zona nunca fue muy boyante, pues fundamentalmente se basaba en la explotación agropecuaria, y no mejoró durante los siglos XIX y XX al quedar fuera de los grandes viales de comunicación y, en consecuencia, de los centros de producción y logística, a lo que tenemos que sumar el enorme deterioro de la hacendosa villa producido por las continuas guerras durante ambos siglos. Tras la guerra Civil de 1936 a1939, se construyó el embalse de Linares, que anegó las mejores tierras y pastos, privando de importantes recursos a muchas familias que se vieron forzadas a emigrar.
Maderuelo es de los pocos municipios castellanos que aún conservan su condición de cabeza de Comunidad de Villa y Tierra, entidad comunal que se fundó para la repoblación permanente de los nuevos territorios reconquistados y afianzar el dominio de la Corona sobre la frontera del Duero a través de los condes castellanos.
La llegada del siglo XXI encuentra un Maderuelo vivo, cuya economía, por primera vez, está repartida entre el sector agropecuario, el industrial, la construcción y un sector turístico creciente. Sus problemas son comunes a toda Castilla, el acusado envejecimiento de la población y la ausencia de mano de obra cualificada.

Patrimonio histórico-artístico. El conjunto de la villa: con la puerta de Entrada, la puerta del Barrio, las ruinas del castillo, la torre medieval, la plaza con una cruz de piedra de grandes dimensiones, la iglesia de San Miguel, la iglesia de Santa María y las murallas que la circunda. Extramuros: la ermita de la Vera Cruz declarada Monumento de Interés Cultural en 1994 y el puente medieval.
La villa de Maderuelo está Catalogada como Conjunto Histórico-Artístico desde 1993.
Fiestas en Maderuelo. La fiesta de Santa Águeda se celebra el fin de semana más próximo al 5 de febrero; la fiesta Medieval se celebra el penúltimo fin de semana de agosto y la de Nuestra Señora de Castroboda, patrona de la villa, se celebra el último domingo de septiembre.
En Maderuelo ha surgido una nueva forma de divertimento, esto es practicar piragüismo, windsurf, darse un paseo en barca, pescar o bañarse en las aguas del embalse de Linares, a la que sumamos degustar los ricos manjares que se sirven en las mesas de sus mesones.
ALCONADA DE MADERUELO
Alconada de Maderuelo (Segovia) es un municipio ubicado sobre un alcor en un entorno rodeado de dehesas de pastos y extensas choperas, entre las villas Maderuelo al norte, y Ayllón al sur, comunicado por la carretera SG-9162 que une Aldealengua de San María con Raguas de San Bartolomé, a escasos 100 km al nordeste de la capital provincial.
Por sus proximidades pasan la Cañada Real Soriana Occidental y los ríos Riaguas y Riaza que desemboca en el embalse de Linares. Está poblado por unos 22 habitantes permanentes que se multiplica en fiestas y época estival; que históricamente ha venido dedicándose a la actividad agropecuaria y huerta. También tenían un telar para la confección de paños
Parece ser que desde su origen fue nombrado Alconada de Abajo, e integrada en La Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo; y en algún momento del siglo XVI desapareció el apellido de “Arriba”, quedando solo el nombre “Alconada” pero tres siglos después, en 1916, se le añadió un nuevo apellido, “de Maderuelo”. Por el que le conocemos desde entonces.
Esta puebla fue señorío de don Álvaro de Luna y del conde Miranda.
Patrimonio Histórico-Cultural. Tiene la iglesia parroquial de San Martín de Tours con espadaña que se levanta en el pico del alcor desde donde se dominan los alrededores. Se cree que fue construida a principios del siglo XVII. Alberga un hermoso retablo mayor con la imagen del santo titular del templo y varias piezas de orfebrería para le liturgia creadas en el siglo XVII.
El ayuntamiento tiene un local “Salón cubierto” donde se celebra todo tipo de reuniones y festejos cuando el clima impide realizarlos al aire libre.
El pueblo celebra tres fiestas: San Isidro el día 15 de mayo, la fiesta de la Juventud en honor a San Luis Gonzaga el día 21 de junio y la de San Martín de Tours el segundo fin de semana de noviembre.
Además de estas fiestas, la asociación cultural La Caleta junto con el ayuntamiento organizan la semana cultural popular en el mes de agosto, durante la cual se organizan actividades y competiciones de juegos tradicionales como el Chito, los Bolos o de cartas. Se cierra la semana cultural con una parrillada popular en el área de Las Praderas, cuya asistencia suele ser muy numerosa.
ALCONADILLA
Alconadilla es una pedanía del ayuntamiento de Alconada de Maderuelo (Segovia) ubicada junto al río Riaza y la carretera SG-945 entre Aldealengua de Santa María y Maderuelo, a escasos 102 km al nordeste de la capital provincial. Está habitada por 4 moradores permanentes cuyo gentilicio es alconadillenses. Históricamente los moradores de ambas pueblas, la vieja y la nueva, se han dedicado a la actividad agropecuaria y la huerta.
Por circunstancias que desconocemos, la puebla de Alconada de Yuso, que equivale Alconada de Abajo, quedó deshabitada a principios del siglo XVIII, y fue entonces cuando el solar con su caserío fantasma fue adquirido por el marquesado de Villena, en aquél momento ostentado por don Juan Manuel Fernández Pacheco.

Y aunque no disponemos de fechas exactas, es probable que algún descendiente de los antiguos moradores comenzara la reconstrucción de la puebla en un nuevo solar a mediados del siglo XVIII, fue entonces cuando apareció nominada Alconadilla en la ubicación actual, aunque siempre ha estado integrada en la Comunidad de Villa y Tierra de Maderuelo.
Desde 1979 viene funcionando la asociación “La Alegría”, formada por sus vecinos e hijos del pueblo no residentes permanentes, cuyo motivo principal de su existencia, es impulsar la recuperación del pueblo de Alconadilla. Actualmente es el eje principal de las actividades lúdicas y de todo tipo de reformas que se producen en este pequeño pueblo.
Tiene una pequeña iglesia con espadaña dedicada a Nuestra Señora de la Presentación, cuya fiesta se celebra la primera semana de agosto.
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MADERUELO
ALCONADA DE MADERUELO
ALCONADILLA
* Juan Fco. Sanjuán Benito
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