Hace ya un año, en mayo de 2024, la Universidad de Valladolid anunciaba el nacimiento del Grado en Comunicación Digital, un nuevo título adaptado a la continua evolución tecnológica que caracteriza el sector de la Comunicación. Ampliar la oferta de grados generaba mucha ilusión y, al mismo tiempo, de incertidumbre. ¿Tendría buena acogida entre los estudiantes? Unos meses más tarde, en septiembre de 2024, se comprobó que la respuesta había sido muy positiva. En este primer año de actividad, se ha contado con 38 estudiantes propios y varias alumnas de programas internacionales. En total, han formado parte del primer curso 42 estudiantes de seis nacionalidades y seis comunidades autónomas diferentes.
Teniendo en cuenta este primer curso, hay que plantearse cómo está siendo su experiencia a lo largo de este curso inicial. En el plano de lo personal, sus experiencias han sido tan variadas como enriquecedoras. Quienes han necesitado dejar su casa y venirse a vivir a Segovia, han encontrado muchas ventajas con respecto a vivir en ciudades mucho más grandes. Ocurre lo mismo cuando comparan sus experiencias con las de amigos que estudian en otras universidades. Lucía Tovar comenta que en este campus es fácil conocer a compañeros de otras carreras, los profesores son cercanos y, al contrario de lo que ocurre en otros centros, se les permite utilizar todos los medios: “Si hubiese sabido antes que iba a poder utilizar los estudios de grabación, habría tenido menos dudas a la hora de matricularme”.
La modernidad de este campus y la actualización de los recursos es otro de los aspectos que destacan las estudiantes internacionales. Kenya Oseguera, de México, valora muy positivamente que la Facultad les permita trabajar con equipos informáticos modernos en los que, además, todos los programas que utilizan están actualizados.
En lo que respecta a las asignaturas, el grado ha sido un abanico de contrastes. El perfil y las inquietudes de cada estudiante les ha hecho destacar en unas y pelear en otras. Algunas les han parecido complejas y otras no han sido exactamente lo que esperaban, pero, llegados casi al final del primer año, han podido comprobar que todas están conectadas y les ayudan a conocer el sector en el que algún día van a trabajar. Jimena Altés y Natalia Díaz destacan que ambas pensaban estudiar Relaciones Internacionales, pero que ahora se alegran de haber optado por Comunicación Digital porque creen que se adapta mejor a sus inquietudes. Por otro lado, Aitor Martí indica que “salvo excepciones, las clases son entretenidas e, incluso, divertidas. Valoro mucho el alto contenido práctico y los proyectos que realizamos en las asignaturas”.
A lo largo de estos meses, han producido vídeos para concienciar acerca del buen uso de las redes sociales, han creado podcasts, su propio proyecto web digital e, incluso, han ensayado una desconexión tecnológica antes del gran apagón. Y, lo que es más importante, han utilizado la tecnología de manera crítica sin perder nunca el rigor académico. Han aprendido que la inteligencia artificial, una herramienta cada vez más presente en nuestras vidas, también se equivoca y que de la necesidad se puede hacer virtud para desarrollar la creatividad como indica Sergio Moragues: “Lo digital y lo analógico no solo pueden apoyarse mutuamente, sino que juntos potencian la creatividad”.
En una serie de microvideos que realizaron para impulsar la innovación en el entorno rural, han tenido la oportunidad de viajar a sus pueblos, profundizar en sus raíces, valorarlas y, a través de las nuevas tecnologías, compartir lo mejor de su identidad con el mundo. Nerea Merchán, Andrea Garro y Cristina Arranz apuntan que “cada imagen, como cada video, quiere resaltar el valor de preservar estos espacios, no solo como una fuente de recursos, sino como parte esencial de nuestra identidad y cultura. Queremos invitar a la reflexión sobre la necesidad de proteger y valorar el entorno rural, promoviendo un equilibrio entre tradición y progreso para poder avanzar de la mejor forma posible”.
En cursos posteriores, la formación de los estudiantes seguirá en esa línea. Aprenderán a utilizar programas de edición, a gestionar redes sociales con criterio profesional, a pensar campañas digitales, a analizar audiencias, a escribir para la web, o a grabar y editar contenidos multimedia. Todo ello teniendo muy presentes valores como la igualdad y la accesibilidad. Esperamos mantener la sensación de que están en el lugar correcto y de que comparten su camino con compañeros que tienen las mismas inquietudes y con profesores capaces de inspirarles y ayudarles a crecer.
