El barrio incorporado de Zamarramala ha llevado a cabo una serie de intervenciones para acometer el proyecto de instalación de bombeo para el correcto uso de la red de saneamiento. Una actuación «absolutamente necesaria», tal y como indicó la pasada semana el alcalde Segovia, José Mazarías.
Y es que en la zona norte de Zamarramala se vertían aguas residuales directamente a una cacera, situada junto al camino de La Lastrilla, como consecuencia del contraste de diferenciación de alturas en la red de saneamiento, y no podían llegar a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
El Ayuntamiento de Segovia adjudicó el proyecto a la empresa ACM Agua Soluciones, con un presupuesto total de 99.578 euros, tras producirse un incremento de los costes -el montante inicial era de 96.679 euros-. Las obras han consistido en la construcción de un pozo en la parte más baja del desagüe y la instalación del equipo de bombeo dentro de esta nueva ubicación.
A través del pozo se impulsa el agua residual hasta la altura en la que se encuentra la red de abastecimiento. Para asentar el sistema de impulsión, se ha colocado una tubería de 650 metros, con la correspondiente cobertura eléctrica para su funcionamiento.
De esta manera, mejora la insfraestructura de la red de saneamiento de Zamarramala y se da solución a un problema por el que el Ayuntamiento de Segovia fue sanciado en 2021 por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) con una multa de 2.000 euros por el vertido de aguas residuales sin tratar a la cacera.
La Junta de Gobierno Local, dentro del Área de Obras, Servicios e Infraestructuras Municipales, aprobó la pasada semana la certificación final de las obras de este proyecto.
