«He sido víctima de un infundio político». Así se pronunciaba el exministro de Fomento del PSOE José Blanco después de que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo estimara el recurso de la defensa del socialista y acordara ayer archivar las actuaciones que se tramitaban contra el político por un delito de tráfico de influencias en el denominado caso Campeón.
«Los que aprovecharon los tiempos electorales para hacer juicios paralelos y públicos, faltando al respeto y a la presunción de inocencia, hoy tienen una responsabilidad que asumir», afirmó el gallego, quien subrayó que los temas judiciales «exigen siempre la máxima responsabilidad y altura política». «El calendario jurídico no debe mezclarse nunca con el calendario político», agregó después de que el juez instructor de esta trama de corrupción en el Tribunal Supremo, José Ramón Soriano, propuso formalmente el pasado 11 de junio a la Sala de lo Penal del alto tribunal que tramitara el suplicatorio al Congreso de los Diputados para juzgar al exministro de Fomento.
Consideró el instructor que el político socialista «intervino notoriamente», si bien a través de terceros, para llegar al alcalde de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) al objeto de que tratara de otorgar una licencia para la reforma de una nave a la empresa Azkar, cuyo vicepresidente es su «amigo personal» José Antonio Orozco, «sin necesidad de llevar a cabo alteraciones en el proyecto» que éste le había presentado, «evitándole así desembolsar importantes cantidades» de dinero.
La influencia de Blanco para la obtención de la licencia ambiental favorable para la empresa de Orozco se articuló según la instrucción, respaldada por la Fiscalía, a través del Secretario de Transportes del Ministerio de Fomento, Isaías Taboas, miembro del mismo partido político que el del Alcalde de Sant Boi, el PSC.
Pero, la Sala de lo Penal consideró, sin embargo, que «la causalidad entre la gestión de la entrevista y la modificación» que se obró después en los informes municipales para la concesión de la licencia «carece de soporte probatorio», por lo que el tribunal integrado por los magistrados Carlos Granados, Joaquín Giménez y Andrés Martínez Arrieta consideró de forma unánime que de la intervención telefónica de las conversaciones entre Blanco y el empresario Orozco «solo resulta la gestión de la entrevista, y quienes han participado en el expediente han justificado los criterios técnicos empleados en su adopción».
A pesar de haber sido absuelto en este proceso judicial que le señaló durante sus últimos años como ministro, Blanco se reafirmó ayer en su decisión de retirarse de la primera línea política y garantizó que no se presentará a las primarias consultivas del PSdeG, previstas para el 7 de septiembre, un proceso en el cual, según adelantó, apoyará al presidente de la Diputación de Lugo y secretario provincial de los socialistas lucenses, José Ramón Gómez Besteiro.
En una comparecencia ante los medios de comunicación tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo de archivar la causa contra él, recordó que en noviembre de 2011 ya había expresado su deseo de retirarse de la primera línea de la vida política, una decisión en la cual se ratificó, pese a haberse despejado ya su situación judicial, transcurridos casi dos años desde las primeras acusaciones del empresario Jorge Dorribo.
«No me presentaré a las primarias que se van a celebrar en Galicia el 7 septiembre», aseveró ante los medios el exministro, que también tuvo el apoyo de otro exmandatario de su mismo partido, pero en Justicia, Francisco Caamaño, quien también ha asegurado que no entra en sus planes políticos presentarse como candidato.
