Las oportunidades pasan, el tiempo se agota y la permanencia de la Gimnástica Segoviana en Primera RFEF está cada vez más cruda. En chino. Porque tras la última dolorosa derrota sufrida en La Albuera frente al Celta Fortuna, el equipo de Ramsés Gil dio un nuevo paso atrás en su lucha por la salvación después de caer con contundencia frente al Andorra. Una herida que duele por el resultado, pero también por las formas.
Porque tras un tímido penalti cometido por Hugo Marcos en la reanudación, el equipo andorrano no falló desde la pena máxima y aprovechó el subidón para poner un 3-1 sin llegar a cumplirse la hora de juego con el que certificó el principio del fin gimnástico. De ahí al final, el conjunto segoviano no fue capaz de levantarse. El escenario no era propicio para ello ante un Andorra en su lucha por los puestos de playoff de ascenso, pero al equipo de Ramsés Gil tampoco se le atisbó ningún tipo de arrebato por tratar de revertir una situación que, semana a semana, se vuelve más vulnerable.
La clasificación, como el algodón, no engaña. Y la coyuntura gimnástica está al límite. Al borde del precipicio. Así, a falta de cinco jornadas para el final, la Segoviana es penúltima clasificada, con 35 puntos en su casillero, solo por encima del Amorebieta, y ve ya la permanencia a seis puntos de distancia que marca ahora mismo Unionistas.
El objetivo gimnástico que predica Ramsés Gil es cristalino, alcanzar esos “46 o 47 puntos” y esperar a ver si es suficiente para salvarse por lo que, con el calendario en la mano, ganar mínimo tres de los cinco partidos restantes son innegociables para mantenerse con vida en la pomada. Uno de los factores, a priori esencial, pero que se ha transformado en el talón de Aquiles azulgrana no es otro que el de recuperar La Albuera.
En escenario segoviano, que aún no conoce la victoria en lo que va de año, aún restan dos encuentros, seis puntos en juego que han de teñirse de color azulgrana sí o sí, a pesar de la dificultad de tener en frente a dos peces gordos de la categoría como serán Barakaldo y Nástic. De no ser así y, mientras tanto, la vida gimnástica en Primera RFEF se consume poco a poco.
