Los cuatro activistas de Greenpeace liberados en Copenhague, entre ellos el director de la ONG en España, Juan López de Uralde, criticaron ayer la «represión» a la que la policía danesa sometió a las organizaciones sociales durante el tiempo que duró la reciente cumbre climática. López de Uralde sostuvo que el trato recibido por los cuatro ecologistas durante sus 20 días de prisión preventiva ha sido «innecesariamente cruel».
El español denunció la incomunicación que han vivido hasta su puesta de libertad de anteayer y señaló que las medidas adoptadas contra los cuatro miembros de Greenpeace, a quien no se permitió telefonear a su familia o recibir correos electrónicos, fueron «absolutamente desproporcionadas» con respecto a las faltas cometidas.
El activista y otros dos compañeros fueron detenidos el 17 de diciembre después de que se colaran en la cena de gala ofrecida por la Reina Margarita de Dinamarca a los jefes de Estado y de Gobierno y exigieran un acuerdo ambicioso contra el cambio climático. Otro ecologista fue arrestado días después.
López de Uralde y sus tres camaradas -la noruega Nora Christiansen, el holandés Joris Thijssen y el suizo Christian Schmutz- fueron puestos en libertad el pasado miércoles. Sobre todos ellos pesan los cargos de allanamiento de morada, suplantación de la autoridad y falsificación de documentos.
Sin embargo, el director de Greenpeace en España afirmó que está «tranquilo» acerca del futuro proceso judicial, para el que aún no se ha fijado fecha, a pesar de que la pena podría llegar a alcanzara los seis años de cárcel.
Por su parte, el responsable de la ONG a nivel internacional, el sudafricano Kumi Naidoo, criticó la dureza de la actuación policial y sostuvo que en actos similares desarrollados en los últimos meses en Bruselas o Barcelona, los ecologistas pasaron un máximo de tres días en prisión. Naidoo aseguró que la «historia juzgará quiénes fueron los criminales en la cumbre de Copenhague» y aseguró que señalará a los líderes mundiales, que «fracasaron» en alcanzar un acuerdo contra el cambio climático, y no a los cuatro activistas de Greenpeace.
Precisamente ayer, los portavoces de decenas de organizaciones sociales españolas anunciaron que seguirán presionando para que exculpen «de todos los cargos» a Uralde y sus compañeros. Sobre este asunto, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, señaló que el activista puede seguir contando con «todo el apoyo» del Gobierno, eso sí, «respetando el Estado de derecho danés».
