La décima edición de la Media Maratón ‘Ciudad de Segovia’ prácticamente repite los números de la edición de 2015, con alrededor de 2.900 atletas inscritos al finalizar la jornada de ayer, la última en la que todos aquellos que quisieran tomar parte en la carrera pudieron formalizar su inscripción.
El equipo organizativo ha trabajado de firme con el fin de tenerlo todo preparado de cara al próximo domingo, teniendo en cuenta que la participación iba a rondar los tres millares de atletas, por más que el aumento de carreras de estas características pueden haber provocado un leve descenso en el número de corredores en la línea de salida, “aunque para nosotros es más importante el número de corredores en la llegada”, señalaba Javier Rincón. Los más de 2.600 atletas que el pasado año cruzaron la línea de meta situada en el Acueducto dan fe de la dureza de la prueba, pero también de la buena preparación de los participantes.
Precisamente entre los atletas participantes no estará el campeón del pasado año, el etíope Gizaw Bekele, pero sí una pléyade de atletas nacionales que darán un buen lustre a la carrera, como Juan Antonio Cuadrillero o Rodrigo Ares, dos de los clásicos en lo más alto del podio de las pruebas populares segovianas, así como el incombustible Pedro Luis Gómez Moreno, y más de un ‘outsider’ con marcas inferiores a la hora y seis minutos en la distancia.
Pero, como quiera que lo importante de esta carrera son los populares, la organización ha continuado con su política de contar con globos guía para que cada atleta tenga una referencia del tiempo y consiga la marca prevista según su preparación y entrenamiento. Así, habrá globos guías para los tiempos de 1.25, 1.30, 1.40, 1.45 y 2 horas.
Una de las actividades importantes que se incorporó el año pasado a los actos paralelos a la carrera, y que este año continúa, es la conocida cena del ‘Miguelín’, el próximo viernes. Es una cena de maratonianos, corredores de fondo, o sencillamente amigos unidos por gustos a aficiones comunes, en el que se rinde homenaje a una persona relacionada con el atletismo, no tanto por sus méritos deportivos, sino por reunir una serie de connotaciones emocionales y deportivas, que le hacen merecedor a esa distinción, que este año es Valentín Hernando, uno de los clásicos del atletismo segoviano, habitual portador del ‘globo’ de 1.25 en la Media Maratón, y que entrena al equipo femenino ‘Tin team’.
Además, en la tarde del sábado se llevará a cabo junto a la iglesia de San Martín la representación del ‘Sinodal de Aguilafuente’. Además, el grupo que represente este Sinodal también tendrá una participación activa el día de la carrera al representar a la reina Isabel de Castilla, precisamente en la iglesia que fue coronada, y que estará a pie de balconada saludando a los corredores. Y para finalizar, en la noche del sábado habrá un fin de fiesta en la plaza de la Artillería, con música y espectáculo a cargo de Street Show & Gindy.
Cubierto el cupo de voluntarios
“Nos ha costado, pero finalmente hemos podido cubrir el cupo de voluntarios”, señalaba Javier Rincón, que en la jornada de ayer preparaba, junto a una quincena de esos voluntarios, la bolsa del corredor para los cerca de 3.000 participantes de la Media Maratón. Y es que la labor que desempeñan estos trabajadores de la carrera es tan innegable, como impagable su esfuerzo, aunque la organización quiera recompensar ese trabajo con un cortavientos y una comida picnic para el día 10 de abril, amén de la posibilidad de degustar el ‘Menú del Corredor’, (22 para el voluntario y tres acompañantes en determinados restaurantes segovianos), además de una acreditación con la que podrá participar en todos los actos post-carrera, entre los que se incluyen una comida o las visitas culturales guiadas, como la prevista a la Academia de Artillería, o una a la ciudad para la que tanto corredores como voluntarios no tendrán que inscribirse, sino simplemente estar a las ocho de la tarde de viernes, o sábado, en el Azoguejo, evidentemente con la acreditación que les señale como personal de la carrera.
