El jurado del Premio Castilla y León de Protección del Medio Ambiente de 2009 acordó ayer, por unanimidad, conceder el galardón al municipio de Atapuerca (Burgos) por su apuesta por el patrimonio natural, su conservación y la defensa de los valores medioambientales, reflejada en la recuperación de los humedales, tratamiento natural de la calidad de las aguas, fuentes, abrevaderos, senderos y reforestación. Además, según el acta, todo ello se ha logrado «integrando la cultura y el desarrollo sostenible con el entorno rural a través de su agricultura, sus costumbres y sus fiestas».
La preocupación por llevar a cabo en el municipio de Atapuerca un programa de iniciativas de protección medioambiental de su entorno, en consonancia con el valor y la importancia que el nombre de Atapuerca tiene en el mundo en función de su legado patrimonial histórico y paleontológico, ha desembocado en una serie de proyectos de protección y mejora medioambiental modélicos y «de gran impacto» sobre este espacio privilegiado que cuenta con dos elementos declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, el Camino de Santiago y los yacimientos arqueológicos.
Etnografía. Además, el jurado valoró que de forma paralela se ha llevado a cabo la puesta en valor de elementos etnográficos y culturales relacionados con la cultura del agua, como el viejo molino harinero, el lavadero de Fuente Cubillo y la recuperación de las fuentes, más de 25. Las repoblaciones forestales, con la plantación de cerca de 2.500 árboles en lugares como el tramo del Camino de Santiago que cruza el municipio, son esenciales dentro de estas actuaciones de conservación y mejora del entorno natural. Hay que destacar la trascendencia del trabajo del voluntariado vecinal, así como la actuación de los Campos de Trabajo de la Junta.
A estas iniciativas se añaden otras interrelacionadas con el ámbito cultural y social del pueblo, como la puesta en valor de un tramo del Camino de Santiago que había desaparecido, y del espacio Minero Olmos de Atapuerca, además de la aprobación de la Ordenanza de Caminos de Rodadura que impide a los vehículos dañar el entorno natural.