En una de las últimas oportunidades por aferrarse a la permanencia de la Primera RFEF o, quizás probablemente la última, la Gimnástica Segoviana hizo de tripas corazón y logró resucitar a lo grande en el Anxo Carro para, en un nuevo acto de épica y sufrimiento a partes iguales marca de la casa, tomar oxígeno y subirse a tiempo al tren de la esperanza.
Porque las buenas sensaciones con cuatro últimos encuentros consecutivos sin perder, pero con una única victoria y tres empates en la letra pequeña, llevaron al equipo de Ramsés Gil a verse las caras con el Lugo con la obligación de sumar de tres en tres. No quedaba otra, por lo civil o por lo criminal. Y se hizo. Ahora, por delante, siete finales y la salvación ya a tres puntos. A seguir remando.
Sobre tierras gallegas, todo se puso de cara en clave gimnástica. Apenas minuto y medio de juego fue suficiente para que la Segoviana, esa a la que últimamente el gol le estaba dando la espalda, se lo encontrase de cara en una acción de ‘pillo’ de Fer Llorente. Las cosas del fútbol. Así, lo más difícil estaba hecho, aunque quedaba el gran debe del equipo azulgrana durante toda la temporada, pero que en las últimas semanas estaba logrando encontrar: la solidez defensiva. Y volvió a cumplir. Con matrícula de honor.
Con un Abel Pascual de nuevo inmaculado acompañado esta vez por un Sergi Molina imperial que entre poco y nada acusó el volver al once tras lesión, misma tesitura que Rubén y que, para más inri, lo hizo como extremo, con un Céspedes que se sigue doctorando y un Juan Silva con su innegociable trabajo, la Segoviana, junto a un Oliva seguro bajo palos, echó el cerrojo hasta certificar su portería a cero. De la mano, el necesitado triunfo aliñado con su lógica agonía. Porque el Lugo, en la recta final, las tuvo para el empate, pero el equipo gimnástico aguantó de pies. Sin heridas.
Además del ejercicio solidario defensivo, el gol del propio Fer Llorente o la presencia de Fernán como director de orquesta fueron las notas más positivas de una Segoviana a la que, el único pero que se le puede poner en el Anxo Carro, es el de no haber matado el encuentro antes. Gómez, que sigue de sequía, y Berlanga, lo perdonaron. Aún con todo, notas aparte y, a los meros puntos, una Segoviana con pundonor y acierto a partes iguales logró mantener intacto en Lugo su anhelado deseo de la salvación.
Y EL DOMINGO, CELTA FORTUNA
Con la vista ya al frente, la Segoviana pone la lupa en su próximo compromiso que lo llevará a recibir este domingo, a partir de las 17:30 horas, la visita de un Celta Fortuna que ocupa la décima posición en la clasificación, tan cerca de las posiciones de playoff de ascenso como del descenso (a cinco puntos).
Así, nueva prueba de fuego para el equipo de Ramsés Gil que tratará de revertir su amarga situación en un campo municipal de La Albuera donde no consigue los tres puntos desde el año pasado pues, desde entonces, acumula ya hasta cuatro derrotas y dos empates consecutivos.
