Cabañas de Polendos es un pueblo de la provincia de Segovia en el que hace veinticinco años el Ayuntamiento de la localidad inauguró el complejo artesanal de Las Caravas. Unos viejos corrales y casas derruidas fueron transformados en diferentes espacios para trabajo artesanal y un recinto de hostelería, El rincón del tuerto Pirón. El inicio del siglo XXI reactivó el ritmo del pueblo con diferentes actividades y trajo un rejuvenecimiento de la población con los nuevos inquilinos. Con el paso de los años, ¡un cuarto de siglo!, diferentes cambios han transformado la actividad de los locales sin desprenderse de la idea original, la artesanía. La nueva gerencia, y las obras acometidas en el local dedicado a la restauración, ha supuesto un saludable empuje en la visita de forasteros, convirtiéndose en el más “lujoso” y quizá el único disponible, con actividad durante todo el año, en varios kilómetros a la redonda. Los más longevos, en lo que concierne a la artesanía, tenemos a Lumen, Miguel Ángel Maroto, obra gráfica y grabados; J Punto dedicado a la delicada orfebrería. Como nuevas trabajadoras en el arte manual, encontramos los talleres de alfarería de Mónica Martínez, la textil de Talavera, Alexandra Navarro y la cerámica de Numen con Elena Cuesta, al que ligamos un taller de vidrio soplado con Diego Rodríguez.

El éxito, las virtudes de la menestralía, animó a recuperar, rejuvenecer, nuevos espacios abandonados, dejados de la mano de Dios. Cumplidos los trámites necesarios por parte del Ayuntamiento, se completó la recuperación de la parte trasera del templo, antiguo cementerio, invadido de yerbajos y basura, como Caravas II, en la inaugurada plaza 11-M. La iglesia románica del siglo XIII preside el atrio. Nuevos espacios, con la premisa con la que se crearon, de trabajo artesano, multiplican las nuevas creaciones manuales. Bien arraigada en el pueblo, Nela nos muestra sus creaciones en cerámica. Miguel Ángel Molinero, alfarero, también dedicado a la enseñanza de su oficio de trabajador del barro. Cerámica y escultura nos lo presenta Álvaro Gómez. Joyería en plata encontramos con Paula Velásquez. Cerámica Greda nos descubre Esther Atienza. Tallas con motosierra nos explica Antonio Blanco y también contemplamos los lienzos de pintura de Frutos Casado. Un amplio espectro de las diferentes creaciones que podemos encontrar en los distintos espacios de las Caravas I y II.
Mas el pueblo, Cabañas de Polendos, que visitamos para conocer la riqueza creativa de las Caravas, no debemos de abandonarlo sin visitar el interior de la capilla románica del siglo XIII, que modernizada y reformada, las obras en su interior rejuvenecen el templo, y los trabajos han descubierto, sacado a la luz, dos hermosas columnas románicas situadas detrás del altar mayor. Cuenta también la iglesia con una pila bautismal labrada en caliza bajo la tribuna. Al lado izquierdo de la bonita portada, con la puerta original desaparecida, se eleva una torre y en su interior encontramos dos campanas de diferente tamaño que, una vez remozadas y sujetos los anclajes, se pueden voltear, su tañido nos crea un sonido de percusiva musicalidad. Algo que pudimos escuchar el verano pasado en la celebración (10 de agosto) de la festividad del patrón san Lorenzo. Ya alimentado el cuerpo en el restaurante, puede acercarse a La librería y escudriñar en las estanterías, seguro que encuentra algún libro, novela, poseía, teatro, en fin, un amplio surtido de literatura. Si viene a pasar unos días en alguna de sus diferentes casas rurales, puede en la biblioteca “Ana Díaz”, de libre acceso al público lector, tomar prestado algún libro con el que amenizarse el descanso de la fiesta. Lectura que puede acompañar saboreando un vino de las Bodegas de Agejas. También puede encontrar reposo después de un paseo por la arboleda de fresnos del Zarzal y llegar a la despoblada Agejas y contemplar sobre una loma los restos de la iglesia dedicada a santa Águeda. Ruinas incluidas en la Lista Roja de Patrimonio en Peligro. Bien. “Cabañas de Polendos, de las eras a la artesanía, arte en la rivera”.
