El tramo de la N-VI que transcurre por la Travesía de San Rafael, vuelve a funcionar con normalidad desde las 10.00 horas de ayer, tras nueve días en que los problemas no han parado de sucederse, con atascos kilométricos tanto a la ida como a la vuelta de Madrid, conflictos entre conductores y trabajadores del peaje y por supuesto la petición por parte del Ayuntamiento, para que se abrieran las barreras, que poco antes de anunciarse el fin de las obras, denegaba el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
Transportes relató que tras conseguir realizar el baipás del agua que circulaba por el colector mediante su obturación se pudo trabajar en seco en la reparación. Se excavó hasta una profundidad superior a los cuatro metros. Para poder garantizar la seguridad de los trabajadores se procedió a entibar y apuntalar las paredes del socavón con elementos metálicos y de madera.
Posteriormente, se revisaron y limpiaron los elementos de drenaje y se repuso la obra de drenaje transversal bajo la carretera mediante marcos de hormigón armado prefabricados de sección cuadrada de dos por dos metros, izados mediante grúas de gran tonelaje. Se concentraron los marcos con los elementos de drenaje existentes a ambos lados de la carretera.
El jueves por la mañana se procedió a retirar la entibación provisional y se rellenó el trasdós de los marcos prefabricados con hormigón bombeado de alta resistencia y con acelerante de fraguado. La mañana del viernes se completaron los rellenos con material granular y zahorras y a lo largo de la tarde y noche finalmente se extendieron las capas de firme hasta recuperar la rasante inicial de la carretera. Además, ya se desconectaron las motobombas que han trasvasado el agua y ésta circula nuevamente bajo la carretera, a través de la obra de drenaje repuesta.
Una obra que según se calcula, tendrá un coste de un millón de euros, tanto por arreglar la avería provocada por la ruptura del colector municipal, como por la reconstrucción del firme de la calzada.
No obstante, los vecinos advierten de que el socavón solo fue la gota que colmó el vaso en una carretera donde, a apenas unos metros del tramo arreglado, todavía se pueden ver grietas y desperfectos ocasionados por el tráfico de vehículos pesados, cuyo tránsito es habitual en la vía y contra los cuales llevan años manifestándose. Desde las redes sociales, varios de ellos han pedido medidas para poner una solución a estos desperfectos, que, consideran, podrían traer problemas mayores.
